Otro amanecer más juntos

Nieve

7:00am

-Damien, ya es hora
-Esta bien.

Era una mañana fría y helada, de nuevo ambos muchachos se encontraban en aquel tejado, tomados de la mano, viendo aquel precioso amanecer, esto ya se había vuelto una costumbre, era hermoso para Damien ver la cosa más preciosa del mundo junto a la persona más preciosa del mundo a sus ojos.

Los dos jóvenes se sentaban en aquel tejado a contemplar el espectáculo del amanecer, tomados de la mano, ya que ambos se sentían seguros así. Pero después hacían como si nada pasase y continuaban con el día.

-Damien, hoy podríamos ponernos la ropa que compramos ayer, ¿no te parece?
-Si.
-¿Sabes que el viernes es mi cumpleaños, Damien?
-No lo sabía.
-Pues ya lo sabes, el 7 de diciembre es mi cumpleaños, supongo que haré algo de comidas y podríamos salir por ahí... Este va a ser mi primer cumpleaños contigo, ¿no estás feliz?
-Si...
-Bueno, ya es tarde, vayamos a cambiarnos.

Ambos chicos se vistieron y caminaron hacia el colegio cómo cualquier otro día, llegaron al colegio, y el de ojos rojos se encontraba guardando unos libros en su casillero cuándo una chica de cabello rubio, largo y rizado se le acercó.

-Hola, ¿eres el niño nuevo, Damien, no?
-Si, ¿que sucede?
-Solamente quería presentarme; Me llamo Bebe, sería un gusto para mi poder enseñarte la escuela si lo necesitas y ayudarte con la tarea, creo que deberías darme tu número de teléfono, ¿no?
-Si, aquí tienes...

Damien le entregó el número del teléfono fijo de la casa de Pip, pues él no tenía teléfono, en realidad sólo lo hacía porque no quería buscar más problemas, esa chica le parecía idiota, como todos aquellos en la escuela.

-¡Muchas gracias!
-Um... Denada supongo...

Y se alejó para entrar en clases acompañado de su amigo Pip, que rápidamente se le acercó para hablar con él.

-Ey amigo, vi a Bebe hablar contigo, ¿acaso ligaste con ella?- y se río suavemente.
-Um... no, me habló sin mi permiso y me pidió mi número de teléfono.
-¡Entonces ligaste con ella! Jaja
-¡No es eso! ¡Que asco me dais los mortales!
-Jaja, Damien no te preocupes,que una chica quiera ligar contigo es normal, tal vez deberías darle una oportunidad a ciertas personas, o tratar de conocerlas mejor. Eres muy lindo, es normal que tengas a las chicas locas.

"Lindo", "¿lindo?", "¿Me llamó lindo?" Se preguntaba el pelinegro al escuhar esas palabras salir del rubio, ¿Acaso él lo consideraba lindo?, ¿Por qué le estaba dando tanta importancia a lo que pensara Pip?

-¿Damien, estás bien?
-Em... Si, si, entremos a clases...
-Sabes que lo que necesites me lo puedes pedir, sé que puede ser difícil ser nuevo.
-No me pasa nada, estoy completamente bien.
-Está bien, amigo...

11:30am

Todos los chicos estaban saliendo al recreo/receso cómo siempre, pero al salir se encontraron con algo que no imaginaban. Pip cogió de la mano a Damien y lo sacó de la clase corriendo para mostrarle lo que había sucedido afuera.

-¡Damien mira, está nevando! - Decía el británico, enseñándole al hijo del diablo como todo el patio estaba cubierto por la nieve. Al rubio se le iluminaban los ojos y sonreía al ver la blanca nieve.
-¿No es temprano como para que empiece a nevar?
-Aquí nieva a inicios de diciembre. ¡Juguemos a un juego que jugaba de pequeño! ¡Tenemos que agarrar los copos de nieve con la lengua!
-Vaya idiotez.
-Venga, ¿hay que divertirse, no?
-Solo lo haré por qué tú me insistes...
-¡Genial!

Y ambos chicos empezaron a intentar atrapar los copos de nieve, fue divertido para Damien.

-Vaya cara que tienes, jaja...
-¡¿Te has reído?!
-Um... no...
-¡No me mientas, te he visto! ¿No que los demonios tenían que estar todo el rato serios y no se podían divertir?
-Mejor cállate si no quieres que te queme tu gorro.
-Jaja, ven aquí...

Pip cogió de las manos a Damien y se tiró hacia el suelo, tirando a también al peli negro sobre la nieve.

-¡¿Por qué mierda hiciste eso?!
-Ahora podemos hacer ángeles de nieve.
-Mira que eres rarito...
-Simplemente tienes que acostarte en él suele y mover tus brazos y tus piernas de esta manera, y así formas la silueta de un ángel.
-Vaya idiotez... Pero si así te callas lo haré.
-¡Bien!

El rubio se levantó y pudo Sever a su amigo tiritando por el frío.

-Damien, ¿tienes frío?
-Um... no...
-Si tienes frío puedes coger mi chaqueta, yo no la necesito.

Y el británico se quitó la chaqueta y se la puso a su amigo, el peli negro se sintió cálido con la chaqueta del británico, pero no lo quiso admitir. Esa chaqueta olía exactamente a Pip, el rubio tenía un olor específico para Thorn, no sabía cómo explicarlo, pero así era.

-Jaja, te ves muy lindo con mi chaqueta.
-Mejor cállate y entremos a la cafetería.

Thorn estaba entrando al colegio, cuando una bola de nieve le cayó en la cabeza. Había sido el rubio, que ahora se reía suavemente.

-Con que esas tenemos...

Y el hijo del diablo hizo una bola de nieve más grande con la nieve del patio y se la lanzó al británico, y así comenzaron a tirarse bolas de nieve cada uno, era un juego entre ambos, y para ambos chicos era divertido.

Otros dos chicos miraban desde la puerta y contemplaban a Pirrupip y a Thorn jugando infantil mente a lanzarse bolas de nieve.

-¿De verdad ese es el hijo de Satanás?
-Está jugando a un juego infantil con Pip... ¿Tú crees que de verdad lo odie? No parece que realmente lo odie, parece que se llevan bien...
-Parece que son amigos, no creo que realmente lo odie, pero a fin de cuentas es un diablo y no se puede confiar en él.
-Supongo que tienes razón, Kyle. Pero de todas formas siento lástima por Pip, ya no tenemos ocho, se supone que hemos madurado y ya no somos críos, ya sabemos lo que es la empatía, Pip se sentirá mal al enterarse que su único amigo solo está con él por una broma...
-Ya lo sé, Stan. Pero no parecen llevarse mal, espero que Damien al final entienda que Pip es su único amigo de verdad y el único que lo trata bien de verdad...

Y el del gorro verde y el del gorro azul se alejaron lentamente, los dos pensaban en esos dos chicos, ¿De verdad se odiaban?, ¿Como es qué una amistad tan linda fuera falsa? Todo era una mierda.

Mientras tanto los otros dos chicos seguían jugando en el patio y reían mientras se peleaban con la nieve.

-¡Voy a ganar! - Afirmaba el hijo de Satanás, siempre era muy competitivo, incluso en los juegos infantiles.
-Jajaja - Y el británico se tiró al suelo - ¡Está bien, tú ganas! Jaja.
-¡Yo siempre gano! Jajaja. - Y el de ojos rojos se tiró al lado del de ojos azules, ambos se encontraban tirados sobre la nieve juntos.

-¿Te has divertido con la pelea de nieve?
-Bueno, debo admitir que fue entretenido...
-Entonces te has divertido.
-Yo no dije eso.
-¡Pero si te estabas riendo todo el rato! ¡Admite que te has divertido! Jaja.
-Bueno, es posible, jaja.

Y se quedaron acostados en la nieve mirando al cielo, era de un azul precioso, y habían unas nubes blancas entre e cielo, era hermoso.

-Desde que llegaste me he divertido más que nunca, muchas gracias por venir de nuevo a South Park, Damien. - Y el rubio sonrió con una pequeña sonrisa, el peli negro solo lo miró y se sonrojó.
-En fin... Supongo que desde que llegué he hecho muchas cosas nuevas... Pero no es para tanto.

El de ojos azules se río suavemente, él sabía perfectamente que al de ojos rojos le costaba admitir que se lo estaba pasando bien, pero de alguna forma sabía que él estaba feliz.

Perdón por tardar en subir esta parte, he estado ocupad@ con diferentes cosas.
No encontré al artista de la foto de arriba.

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