Eteria, la Nación Elemental

1. Maat, Isfet y la Santa Alianza

Maat es la diosa, e incluso la misma esencia, del Orden, la Armonía y la Justicia. La mitad de la Duat está gobernada por ella. Su contraparte, Isfet, es el dios del Caos y la Destrucción, y domina la otra mitad del mundo. Desde siempre, Isfet ha intentado invadir los dominios de la Maat, lo que supondría, sin ir más lejos, el Apocalipsis, tanto de la Duat como de nuestro mundo.

Cuenta una leyenda que, hace miles de años, las tropas del Caos consiguieron traspasar las Murallas de la Armonía, que separaban los territorios de Maat e Isfet. Fue una masacre. A medida que el orden moría, los miedos y las pesadillas más horribles de los humanos les atosigaban cada vez más, lo que, a su vez, aumentaba el poder de Isfet.

Desesperada, Maat creó el Escudo Sagrado, una gran muralla mágica que rodeó los pocos territorios que aún quedaban en pie. En su centro alzó el Escudo del Orden, un escudo secundario que se activaría si, por algún motivo, el Escudo Sagrado cayera.

Pero esto no sería suficiente. Maat sabía que ninguno de los dos escudos retendría a las tropas del Caos eternamente. Por ello, dividió lo que quedaba de su alma, la esencia de la Justicia, y envió sus fragmentos a nuestro mundo, con la esperanza de que no todos los humanos cayeran en las manos de Isfet.

Con su último aliento, reorganizó el territorio que había protegido con su vida, dividiéndolo en siete naciones que formaron la Santa Alianza.

Agotada, encerró y encadenó su cuerpo inmortal, ahora un cascarón vacío, soñando que algún día llegaría su salvación.