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"4 meses, una carta, un par de fotos, tú recuerdo un terremoto, cuando llega todo se desarma."

El castaño seguía llorando, era ya el cuarto mes después de que su pareja le termino y simplemente se fue, se alejó de la ciudad y ni siquiera se atrevió a decirle el porque, pero que lo había dejado bastante mal, era un hecho, el oso sin decir una sola palabra más que Lo siento Juan, ya no siento nada por ti, terminamos partió lejos de Tortillaland y al día de hoy son 4 meses en los que no ha dado ninguna señal de vida, no se despidió de nadie, nadie sabía nada de él, pero hizo lo suficiente para dejar al hechicero destrozado.

Aquellas fotos, esas jodidas fotos.

El hechicero tenía en sus manos las tantas fotos que él y el oso se habían tomado durante su relación, las tantas fotos que el mayor había literalmente obligado a tomarse, sabía que no le gustaba en lo absoluto las fotos, pero el había logrado que este accediera a tomarse tantas con el, aquella cámara instantánea que siempre usaban y esas fotos donde se veían tan felices a pesar que el pollero saliera serio, extrañaba esos momentos juntos donde el castaño estaba más feliz que nunca, los tiempos con el fueron, son y serán los mejores para el hechicero.

Tomo la caja donde estaban todas las cosas guardadas, los detalles que el pelinegro le había dado, esas pequeñas cosas que el chico le daba, esas pequeñas muestras de amor que tanto apreciaba porque sabía lo mucho que le costaba expresarse.

El simple hecho de recordarlo le ocasionaba un terremoto en su interior, esas jodidas mariposas no se iban, la imagen del oso se plasmaba en su cabeza y todo dentro de él se removía.

¿Cómo era posible que después de tanto daño el seguía amandolo?

Cualquier cosa que estuviera haciendo con sus amigos y le recordara a el, se desmoronaba todo, todo caía, los pequeños pasos por superarlo se desvanecían, eran en vano.

Después de jugar con el papel en sus manos se decidió a abrir aquella carta.

Maldita carta.

No pudo evitar llorar más fuerte al leer dicha carta, primer y único escrito que había recibido por su ahora ex-pareja.

Hola Juan.
Te estarás preguntando el porque escribo esto, la verdad ni yo lo sé, es la primera y última carta que hago en mi vida y es para ti.
Solo te diré unas cosas rápidas que me llevo guardando.
Desde que llegue a tortilla y me saludaste, no se que hechizo me pusiste pero algo entro de mi se revolvió y ahora estoy aquí, declarandome a ti por medio de un papel y tinta, no diré nada más.
Juan, ¿Me permites ser tu novio?

De: Spreen.

Era algo muy simple, pero que tenía mucho valor para el. Doblo la carta rápidamente guardandola junto con las otras cosas, no podía seguir de esa forma, si seguía así era muy probable que cayera en una depresión severa.

Quería terminar con todo, ya no aguantaba más estar en este estado, y preocupaba a sus amigos que constantemente lo visitaban y pasaban tiempo con el.

Spreen no tenía idea del daño que había causado en el hechicero.

ɴᴜɴᴄᴀ ᴀʟ ʀᴇᴠᴇꜱ || ꜱᴘʀᴜᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora