IV

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Mortero,
presa de tu frío
anhelo
triste y descuidado
pecado que,
río abajo más allá
del florido infierno,
donde crece
solo ruda
para matar la gesta
de este ridículo
amor etéreo,
aún se le oye
respirar.

IgniciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora