𝕷𝖆 𝖕𝖗𝖎𝖒𝖊𝖗𝖆 𝖓𝖆𝖛𝖎𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊𝖑 𝖇𝖊𝖇𝖊

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(AU moderno, otra vez, en su mayoría es dialogo)

La navidad estaba cada vez más cerca, y en la casa Targaryen-Velaryon las cosas estaban un poquito... complicadas.

-¿De dónde demonios salen todos estos gastos? - Se preguntó Aemond, mirando las cuentas cobre la mesa.

-Pregúntale a Aegon, él sabe a dónde se va el dinero - preguntó Jace mientras jugaba con los hijos de Helaena en la sala de estar.

-Tambien debería preguntarte a ti y a Luke, ¡¿Por qué demonios compraron una consola nueva?!

-la que teníamos se rompió

-¡¿CÓMO PASÓ ESO?!

-Pregúntale a Aegon

Aemond dio un gran y pesado suspiro, esta familia era un desastre, sólo ahora entendía porque su madre y su tío le advirtieron que independizarse y llevarse con el a toda la tropa de hermanos y sobrinos era una mala, sino es que una terrible idea.

-A todo esto, ¿Dónde está Aegon?... No, olvida a Aegon, él puede joderse, ¿Dónde está Lucerys?

Y casi como si lo hubiera invocado con sus palabras, el joven Velaryon apareció en la puerta de su hogar, cubierto de nieve, con la nariz roja por el frio y con un extraño bulto en sus brazos cubierto en mantas.

-¿Dónde diablos estuviste toda la mañana? - Preguntó de mala manera, se sentía demasiado estresado como para intentar ser amable.

-Estaba en el supermercado con Aegon haciendo las compras

Aemond sintió que nada bueno podía salir de allí, y considerando su mala situación económica podría tratarse de algo terrible, así que se levantó de su silla y se acercó al chico, tomándolo de los hombros con preocupación.

-¡Por favor dime que no usaste MI tarjeta de crédito, NI LA DE NINGUNO DE NOSOTROS!

Había demasiadas deudas que pagar en esa casa y no quería que se fueran acumulando todavía más.

-No, tranquilo, mi madre me prestó la suya

Aemond respiró aliviado, al menos no habría más deudas que él tuviera que pagar.

-Oye Luke, ¿Qué es eso que tienes ahí? - Preguntó Jace al notar el extraño bulto envuelto en mantas que cargaba su hermano.

-Bueno... - No estaba seguro si contarles o no.

-Dime que no son drogas o se lo digo a Daemon

-¿Qué? ¡No! Jace, ¡¿Cómo piensas eso de mi?!

Luke dio un suspiro profundo antes de quitar las cobijas del misterioso bulto, dejando a la vista de todos lo que era, un bebé, Jace estaba sorprendido mientras que Aemond simplemente no podía creerlo.

-Lucerys putas Velaryon, por todos los Dioses, ¡¿De dónde sacaste ESO?!

Aemond estaba al borde de un ataque, juntó ambas palmas frente a su cara y respiró hondo para tranquilizarse antes de mirar con una seria desaprobación a su sobrino.

-Venía de camino a casa cuando escuche el llanto cerca de un basurero, así que fui a ver y lo encontré - mese con cuidado al bebé que dormía plácidamente en sus brazos.

-Taoba, te amo y sabes que haría cualquier cosa por ti... pero no podemos cuidar a un bebé

-¿Por qué no? - preguntó haciendo un puchero infantil.

-No lo se, déjame ver... hay deudas que pagar, vivimos CINCO en esta casa, además de eso, tengo que mantener a los hijos de Helaena, cinco gatos que Dios sabe de dónde los sacó Jace y una IGUANA que trajo Aegon una noche que llegó borracho a casa, ¡¿DE DONDE DEMONIOS SACÓ ESA IGUANA?!

-Pero es un niño, no podemos abandonarlo...

Aemond negó con la cabeza, en serio, le rompía el corazón ser tan cruel con un simple bebé al que sus padres probablemente abandonaron, pero tampoco había suficiente dinero para mantenerlo.

-¡Por favor, Aemond, te juro que me haré cargo de todos los gastos! - le rogó, poniendo un rostro adorable para convencerlo - vamos, hazlo por mi, piensa que es el regalo de navidad que no puedes comprarme

El de un ojo desvió la mirada, sabía que si seguía mirándolo por más tiempo caería en sus encantos.

-Oye Aemond, ¿No dijiste que querías tener tus propios hijos? Es una buena oportunidad - Jace intentó ayudar a su hermano, sabía que no dejaría de insistir hasta obtener un "si" como respuesta.

-Bueno, si, pero...

-¡Por favor, por favor, por favor! - Luke no se iba a dar por vencido, continuó haciendo su infantil puchero.

Aemond estaba completamente sonrojado, su sobrino era demasiado para él, quería aceptar pero sabía que no podía hacerlo.

-Por favor tío, si aceptas... - le dijo acercándose lentamente a su oído - te recompensaré...

Aemond dio un largo suspiro, cansado, este mocoso tenía un poder único para con él, lo embrujaba con sus encantos para que hiciera lo que quisiera.

-Bien, cuidaremos al niño...

-¡Sí!, ¡Muchísimas gracias! - exclamó emocionado, dándole un montón de besos en la cara.

-¿Pensaste en un nombre? - Preguntó Jacaerys.

-¡Por supuesto! Laynor Velaryon

-¿Eh? No, no, no, si vamos a cuidarlo será NUESTRO hijo, ¡Así que su apellido será Targaryen! - exigió Aemond, indignado.

Y así fue como un nuevo integrante se sumó a la particular familia Targaryen-Velaryon, aquella navidad y las que le siguieron fueron muy especiales con la presencia del pequeño Laynor, él y los hijos de Helaena eran un torbellino andante, causaban todo tipo  de problemas y ponían la casa patas arriba juntos, sobre todo durante las fiestas, pero todo el caos que pudiera causar su travieso hijo no les importaba demasiado, Aemond siempre estaría feliz de limpiar los desastres de su pequeño tesoro siempre que lo viera reír y disfrutar de la navidad, a pesar de no tener lazos de sangre que los unieran, Aemond amaba a su hijo, después de todo, fue él quien lo crio, se sentía feliz porque finalmente tenía lo que siempre soñó, su propia familia junto a Lucerys.

Fin.

(Porque en esta casa somos fieles creyentes de la familia tradicional y porque no me gusta el omegaverse)

𝕷𝖚𝖈𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕮𝖍𝖗𝖎𝖘𝖙𝖒𝖆𝖘 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora