°La Mejor Amiga De Mi Hermano° #1 [LGBT] ✔

XIX

Nahir

- Creo que podría llevar una más...no?- dije arrastrando mis palabras, por el efecto del alcohol en mi sistema

El supermercado acababa de abrir, y como es de esperarse aún no habían personas, mi prima y yo eramos las únicas. Las únicas en la sección de alcohol a las 8 a.m...

Después de ver a Jaz irse con "su nuevo amigo", me fui con mi prima, me sentía molesta y a la vez ... celosa

Así que, no tuve mejor idea que, ir al supermercado más cercano por más alcohol, y tratar de ahogar mis penas por un par de horas más.

- Nahir, me dijiste que vendríamos por algo de desayunar; no por más
alcohol - recordó detrás de mi, cruzada de brazos

Rode los ojos- Puedes comprarte lo que quieras- le dije dándole el dinero suficiente casi de mala gana y ella me mira extrañada
- pero no me iré sin mis botellas- agregué y luego volvi a mirar los estantes para elegir qué botella me llevaría

- cómo quieras- dijo suspirando
- Te espero afuera, y no rompas nada- informó mientras seguía caminando rumbo al pasillo de lácteos y demás

Rode los ojos y luego un poco agachada comencé a ver más de serca a las botellas, buscando a mi favorita.

-¿Dónde estás...?

Todo era silencio, el ambiente era frío pero a la vez reconfortante.

Agarre una botella, pero no estaba tan segura

-¿Buscando alcohol tan temprano?

-¡Dios!- el corazón casi se me sale del pecho al escuchar aquella voz a mis espaldas y, gracias a los efectos del alcohol, deje caer la botella al suelo y este se hace añicos dejando el líquido carmesí esparcido por todo el suelo -...Mierda

Silencio sepulcral

Ahora tendré que pagar, y lo peor es que me quedaré sin beber nada, por idiota.

- Devera pagar eso, señorita

Un pequeño brinco del susto y, solo un pequeño brinco en mi lugar bastó para que me resvalara con mis tacos gracias al líquido bajo mis pies y, luego de perder el equilibrio y parecer estar en un limbo, no tuve mejor idea que sujetarme de los débiles y finos estantes que soportaban las botellas.

-¡Noo!

No uno, ni dos, sino todas las malditas botellas del último y ante último estante comenzaron a caer al suelo debido a mi estupido agarre del soporte, causando un gran desastre e insoportable ruido en todo el supermercado.

Mi cara era de horror y pena

Me sentí la más inútil en esos diez segundos al ver las botellas caer uno a uno  y no poder hacer nada para evitarlo.