Neteyam x Ao'nung (one shots)

Rotxo idiota🔥🥵

Pedido de LaFrostia
Se que esto Al principio parece Neteyam x Rotxo pero no se preocupen, si es con Ao'nung.

Narra Neteyam.

Al caer la hora del eclipse me reuní con Rotxo. Era más que obvio a que iba.
Ao'nung me a evitado toda la semana y la verdad estoy molesto.

Se que a Rotxo le gusta kiri pero no es secreto que también le gustan los hombres y varias veces lo he atrapado observándome, asique un par de besos no harán mal.

-Hey, Neteyam... que tal?- pregunto llegando a mi lado.

-hola! Todo bien, tu que tal?- dije sonriéndo

-Mejor que nunca... para que querías que nos viéramos?-

-Wow directo al grano, ok- dije para molestarlo.

-No no no, no quise ser grosero solo que...-

-esta bien, tranquilo, si estamos con esas mejor te lo digo directo. La verdad estoy algo necesitado, creo que eres lindo y quería saber si querías pasar la noche conmigo?- sus ojos se abrieron y no pude evitar reírme ante su reacción.

-Yo am bueno... kiri... pero si osea, eres caliente, quien no querría, pero... es... correcto?- pregunto nervioso.

-Quieres o no?- insistí.

-Si, si quiero.-

-Entonces Relájate...- lo acerqué a mi y lo besé. Al principio se notaba que el estaba muy nervioso pero a medida nos acercabamos a mi choza, pude notar como se relajó. Pasaba su manos desde mi nuca hasta mi espalda.

Cuando entramos, lo empuje contra la pared sin dejar de besarlo, nuestras lenguas jugaban torpes y rápidas.

-Quitártelo...- pedí tocando ligeramente el cordón de su taparrabos. Lo sentí estremecer por el tacto.
El se lo quito con un suspiro y de paso pregunto.

-puedo?- sus manos se aferraron a mis caderas y yo asentí. De un tirón saco mi taparrabos y ambos quedamos totalmente desnudos.

Lo llevé hasta la cama y me posicione entre sus piernas besando su cuello. Sentí como tomaba mi cintura y me daba vuelta quedando yo abajo de el.

Empezó a deslizar sus manos por todo mi cuerpo y gemi en respuesta. De pronto el peso de su cuerpo desapareció...

Narra Ao'nung.

Estaba camino a la choza de Neteyam para disculparme con el, lo había estado evitando durante la semana. Había estado tan estresado por todas mis responsabilidades que decidí alejarme un poco de el mientras durará mi frustración, no quería que el me viera estando así, pero se que no es la manera...

Al llegar a la entrada me detuve cuando escuche un gemido, lo reconocí... era Neteyam. Creí que podía estarse tocando, asique entre para... hacerle compañía...

Pero lo que vi, mierda, no pude estar más enojado. Rotxo estaba tocando a mi chico. Ambos completamente desnudos.

Agarre a Rotxo de su trenza tirandolo hacia atras, gruñi y lo golpee fuerte en la cara. Cayó al suelo y se levantó lo más rápido que pudo, dio unos pasos rápidos para atrás asustado.

-LARGATE DE AQUI!- gruñi mientras el se ponía su taparrabos y salía a medio vestir de la choza.

Me di vuelta para quedar en dirección a Neteyam.

El estaba sentado, sonrojado y con las orejas agachadas.

-Que hacía el aquí... asi?- pregunte intentando calmarme.

-Me presta atención. Al menos el lo hace- dijo claramente enojado.

-Aah así que es eso... ok. Bien, perdón por alejarme esta semana tenía mucho en mente y no quería involucrarte. Querías atención, ahora vas a tener atención- dije mientras me subía en el empujándolo para quedar sobre su cuerpo acostado.

El no se quejo. Me saque mi taparrabos y lo tire por algún lado.
Lo besé y no espere más de un segundo para meter mi lengua en su boca, aproveche de con una mano sujetar sus brazos sobre su cabeza y toque todo lo que vi Rotxo alcanzó a toca, no quería que sus manos estuvieran sobre el. No lo soportaba.

Sentí como se removió buscando más contacto. Baje mi mano a su entrada y estaba mojado. Solté un gemido ronco al sentirlo.

-En 4 ahora- demande y el sin protesta me obedeció.

No lo deje adaptarse, entre de una en el haciendo que soltara un grito ahogado. Me moví rápido, no quería parar, ya lo habíamos echo y sabia que a Neteyam le costaba acostumbrarse a mi tamaño pero esta vez no iba a ser compasivo.

Se tapo la boca para evitar gemir fuerte. Eso no me gustó, le di una nalgada que sonó por toda la habitación.

-Saca esa mano o las voy a amarrar- amenace
A duras penas saco su mano y pude escuchar todos sus lindos sonidos.

-Aah mierda! Aah!-

-Duele?- pregunte sintiendo como su cola se enrollo en mi muslo apretandolo fuerte.

-S-si... du-duele- dijo entrecortado.

-Bien...- respondí dándole otra nalgada asiendo que se moviera un poco hacia adelante. -Responde esto, porqué Rotxo?- pregunte sabiendo que cual sea la respuesta que dijera, no le iría bien.

-P- porque... t tu no... estabas y el... aaah no esta mal...- dijo intentando hablar de corrido, cosa que no logro.

-Mmmh... ya veo- acaricie la sona donde antes había golpeado, estaba algo lastimado pero nada que el no pudiera aguantar. -Nunca más... quedo claro? Me perteneces- volví a golpear la zona con más fuerza escuchando como se quejaba.

-Claro... quedo claro- lo afirme de la cola que hasta hace un minuto estaba en mi muslo y tire de ella, con una mano en su cintura logré que se moviera fácilmente y lo di vuelta para que quedara acostado de espalda.

Tenía tantas ganas de besarlo, pero estaba lo suficientemente enojado como para querer molestarlo primero.
Cuando su cuerpo empezó a temblar y sus gemidos aumentaron supe que estaba por terminar, asique salí de el ganandome una mirada molesta y confundida de su parte.

-hey!! Ok lo siento... no voy a volver a hacerlo. Pero por favor, sigue- suplico el menor.

-Entonces te queda claro. Que solo yo puedo tenerte, y que solo yo puedo hacerte suplicar por que te folle- sus caderas no dejaban de moverse bajo de mi.

-Si, esta claro. Solo tuyo y solo por ti- asintió desesperado.

Volví a entrar en el. Doble sus piernas sobre su pecho para poder llegar más hondo en el. Sus gemidos volvieron tan rápido como empezó el choque de caderas.

Se vino, manchando mi pecho con su espeso líquido blanco,baje sus piernas para que no le doliera pero no deje de moverme dentro de el, abrí un poco más sus piernas para que no me molestaran. Neteyam prácticamente estaba temblando por las fuertes embestidas.

-Como me encanta estar dentro de ti- dije entre gemidos, sintiendo la cálida sensación que cubría mi polla. -Desde ahora te voy a recordar a quien perteneces, te haré mio todas las noches y te follare tan tuyo que no te podrás mover, vas a tener que acostumbrarte al dolor.- dije dándole otra nalgada, esta vez al otro lado de su trasero.

-por favor... si- suplico con los ojos llorosos.
Me vine dentro de el con un gemido ronco.

El no aguanto más y volvió a venirse. Ya no podía más. Me recosté a su lado sintiendo como el se apegaba a mí. Creí escuchar un ronroneo de su parte antes de quedarse dormido.

...