There is a light [DIP | South Park]

There is a light that never goes out

TW: pensamientos intrusivos.

La velocidad a la que iba conduciendo su novio era bastante moderada, algo inusual en su experiencia como copiloto de Damien Thorn.

Salieron del cine luego de ver Pearl; es un día muy especial para ellos, cada viernes salen a escoger la película que más les parece genial y disfrutan juntos con un poco de popcorn, coca cola y té helado. Ese día fue su turno.

Se acercó a la radio y decidió cambiar la canción que estaba sonando en ese instante. Era música francesa, no quería arruinar su buen humor.

The Smiths sonó en su esplendor.

Comía aquel snack salado que les quedó sobrante mientras se pierde en las luces de las calles, que guiaban la carretera para evitar accidentes. Le gusta mucho pegar su rostro a la ventana y ver como las casas pasan rápido frente a sus ojos. En verdad es un sentimiento que no puede explicar con fluidez y paciencia, aún así es consciente de la tranquilidad que le produce disociar de vez en cuando.

—Pip.

El cielo está tan oscuro como el cabello de Damien, como sus prendas. No podía ver las estrellas en una noche tan profunda y tranquila. Por un solo instante se le vino a la cabeza el no querer ir a casa, solo ver todo objeto pasar hasta que sus párpados le digan "basta" y caigan cerrando sus ojos.

—Pip.

Oh, Damien. Podría pasar un trailer en sentido contrario y no tendría ningún problema en ser aplastado. Porque perder la vida tras pasar una maravillosa noche con su amado era más que suficiente para alguien tan insignificante como él.

—Phillip.

Al escuchar esa potente que voz que fue madurando con los años, dejó de vagar en su mente y concentró su mirada en esos faroles rojos que lo observaban detenidamente.

—Dime, amor.

—¿Nuevamente eso?— dijo al detenerse por el semáforo en rojo.

—¿De qué hablas, cariño?

—Sé lo que estás pensando ahora.

En todos los años que mantienen su relación a flote, su pareja ya conocía su verdadera faceta y no es la que suele mostrar a toda la ciudad en su día a día. Al contrario.

Para la gente de South Park, Phillip era solo un estúpido británico de mierda con sobre exageración en su forma de ser, vestir y hablar ya que tampoco les gusta el acento inglés que conserva a pesar del tiempo que lleva viviendo en Estados Unidos. Se dedicó a esteriotiparse como un amante del té, jugador de criquet promedio y excelente repostero.

Empero, la realidad era distinta. Aquella sonrisa que regalaba a los que le escupían el rostro en la primaria, al grupo que lo golpeaba si se cruzaban en una calle o callejón, a quienes le escondían los libros sin devolverle hasta un mes a terminar la secundaria, a aquellos que lo insultaba al caminar, tan solo era una simple fachada de su verdadero sentir.