The invitation

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El tan ansiado día había llegado, tanto Chan como Felix se encontraban ansiosos.

El pecoso se había vestido acorde al día, accesorios que combinaban con su vestimenta, y un poco de maquillaje que lo hacía ver más lindo de lo que normalmente era.

Se había esmerado tanto en su apariencia, como en los postres que preparó con tanta dedicación y cariño para su misterioso vecino.

Estaba realmente nervioso, sería la primera vez que se acercara a él, tenía miedo al rechazo, pero esa pizca de esperanza lo hacía sentirse seguro.

El había notado como Chan lo atrapaba mirándolo, siempre mandándole una pequeña media sonrisa.

Si ese no era coqueteo, uno diferente a decir verdad, entonces no sabía lo que era.

Burla tal vez, pero Felix se arriesgaría.

Estando listo el, y sus pequeños postres, decidió ir por su vecino.

¿Sería demasiado si lo invitaba a su hogar? ¿Tenía que llevarlo a otro lado? ¿Es muy atrevido de su parte?

No lo sabía, lo único que quería era estar con ese chico que lo traía loco.

Con los nervios de punta se dirigió a la salida, respiró profundo y tomó valor para abrir su puerta.

Era ahora o nunca.

Abrió la puerta y dejó de respirar por un momento.

—Hey Felix, te ves increíble el día de hoy.

¿Era un sueño?

¿Que hacía Chan en la puerta de su casa?

—C-Chan— sonrió apenado —Muchas gracias, ¿necesitas algo?— fue imposible ocultar su sonrojo.

—¿Vas de salida? Si es así mejor no te distraigo— le sonrió.

Maldición, nunca lo había visto sonreír de esa manera, ni tan cerca.

Pudo notar sus lindos hoyuelos en el rostro del mayor.

—N-no y-yo estaba... ya sabes... iba por ti.. ¡Lo siento! ¡Maldición!— se sonrojó aún más —Dios mio, que pena.

Estuvo a punto de entrar a su hogar para esconderse, pero la melodiosa risa del hombre frente a él lo detuvo.

—Eres tan adorable— extendió su mano y acarició su mejilla —Lindo.

—No digas esas cosas...

—No miento— le sonrió, posó su mano en su barbilla e hizo que levantara su rostro, conectando miradas instantáneamente —Sabes que día es hoy, dulzura, he venido por ti.

—¿P-por mi?

Su corazón latía demasiado fuerte.

—Si, Felix, por ti— se acercó más a él —¿Te gustaría pasar el día conmigo, ángel?

—¡Por supuesto!— se emocionó—Dios, me haz facilitado más las cosas— se sonrojó—Hice unos postres, y me encantaría compartirlos contigo... no mentía cuando dije que iba por ti.

—Me alegra escuchar que no soy el único con interés, me facilitas las cosas— repitió su frase —¿Gustas que vayamos a otro lado, ángel?

—Contigo a donde sea— le sonrío—Sorpréndeme.

—Eso haré, lindo.

Bloody Valentine |Chanlix|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora