Otra y otra vez
lo hago todo al revés.
Ahora ya no eres mi inspiración,
es mi frustración.
Las palabras salen solas;
como me encuentro yo ahora.
Acompañada suelo estar
hasta que me la clavan un puñal,
no en la espalda
en los ojos,
que me ciega
poco a poco.
No hay nada peor que no disponer de un sentido.
Soy la fan número 1 de estos bien nacidos.
No me he equivocado;
Afortunados son de no percatarse,
de lo malo se libran.
Porque sin ver
los ciegos imaginan todo;
no pueden ver lo horrible que es el mundo.
El físico no importa,
todos son bellos.
Nos imaginan bien,
como si todos fueramos buenos.
Imaginan lo malo
de la forma más bella.
Sueñan lo peor
sin ver la realidad.
Y es que, ¿qué quieres ver si todo está manchado?
Y que maravilla sería no escuchar el ruido,
no escuchar murmullos,
aprendrer por ti solo,
ignorar otros polos.
Que bello sería no oler nada.
Las personas desgastadas,
las flores mustias,
las comidas recién cocinadas,
que bien alimentados estaban.
Y que delicia sería no saborear nada,
no criticar platos,
no criticar sabores,
que te guste todo
con un gracias ante todo.
Piensalo.
Mejor sería no sentir nada,
nunca romperte,
herirte
y no percatarte,
nunca lastimarte.
Esto en el amor sería un puntazo,
eso de no sentir y querer,
eso de doler y no sentir,
sería una maravilla nunca sufrir.
