BLUE LOCK | ONE SHOTS NSFW

Kurona Ranze

"Los celos de Kurona no eran algo común de ver, pero verte con Isagi, logró sacar lo que él consideraba su peor parte"

Sentias como tu novio se daba un festín con tu cuello, sus afilados y delineados dientes no tardaron en dejar marcas, que lo hacian sentir como un animal salvaje devorando a su presa.

Te llevo a su habitación a rastras, cerrando la puerta detrás de él, los arrojó sobre el colchón, sus hábiles dedos encontraron la cinturilla de tu falda, no tardo en deslizarlas por tus piernas con rapidez. 
“R-Ranz...e,” tartamudeaste, intentando agarrar sus manos para detenerlo a mitad de camino.

  Sin embargo, era demasiado tarde.  Las bragas que llevaba ya revelaban lo mojada que estabas ya.  te ofreció una sonrisa descarada, desobedeciendo para quitarte la ropa.

“Recuérdame a quien le perteneces"  retrocedió hacia atrás, dejando besos y mordiscos en tu piel mientras bajaba.

"Debo de ser el único hombre al que le hables, debo ser tu único todo, debes solo mía, _____".

"Eres el único,amor", tu voz se quebró, s jadeaste por aire cuando sentiste que su rostro se acercaba más a tu intimidad.

"Dilo más fuerte, haz que todos sepan a quien perteneces, haz que Isagi sepa que eres mía", siseó Kurona, sacando su lengua para lamer la parte interna de tus muslos.  Su mirada nunca se separo de la tuya. El solo verte agita y deshacerte por él lo volvía loco, dejaste escapar otro grito ahogado ante la sensación, tus dedos encontraron su cabello para mantenerlo donde estaba.

"¿Qué pasa?", Habló, lamiendo el otro lado de tus muslos solo para escucharte gemir debajo de él. Tu esencia olía como el cielo mismo para él, sus ojos se llenaron de hambre. 

"¿No aguantas más, mi amor?, aún no empiezo y ya quieres acabar.

"Kurona", te las arreglaste para decir, con las piernas temblando de necesidad.  Sus ojos brillaron después de escuchar su nombre salir de tu boca.  Tarareando, Kurona comenzó a marcar tus muslos, escuchandote dejar escapar un grito mientras rompía la superficie de tu piel. Su lengua lamió la gotas de sangre que goteaban por tu pierna, el rojo carmesí tiñó sus labios antes de mirarte.

Las lágrimas brotaron de tus ojos. Ya habían tenido relaciones sexuales antes, pero nunca fue algo así, era un territorio nuevo y no podías negar que te excitaba mas de lo normal ver a tu novio en esta faceta territorial y posesiva contigo. Adorabas a este nuevo  Kurona.

El resto de la sangre siguió goteando mientras él volvía a lamerla, succionando todo lo que amenazaba con escapar de la herida antes de volver a subirse encima de ti.  Con las narices rozándose una contra la otra, las manos de Kurona se extendieron alrededor de tu cintura, sosteniéndola cerca de su cuerpo para calentarla, con la esperanza de calmar cualquier dolor que te hubiera dejado. Tus ojos volvieron a mirarle, mientras su pulgar se arrastraba por tu mejilla, limpiando tus lágrimas antes de dirigirse a tus labios.  Si no tenía cuidado, tu corazón podría estallar por la cantidad de amor que estabas recibiendo.

“Seré el único en hacerte todo esto, amor. No dejare que este con ningún otro hombre que no sea yo.

Mientras se zambullía por otro bocado de ella, Kurona comenzó a quitarse la chaqueta de la espalda para que no estorbara, y llevó una mano a la extensión de tu espalda, levantandote ligeramente mientras la otra se arrastraba debajo de ella. Kurona mordisqueó tu labio inferior antes de estirar la mano para desabrocharte el sostén y quitarte la parte superior de un solo golpe, tus pechos desnudos completamente expuestos al aire libre.