La excusa perfecta [AonuNete]

Parte final.

Habían pasado unos cuantos meses desde aquella primera cita en que se hicieron novios, trataban de ser discretos pero a ese punto se vieron obligados a hacer una declaración pública sobre su reciente relación. Claro que había opiniones divididas, más entre los medios de comunicación. Pero notaron un gran apoyo de compañeros, amigos y hasta de la afición. Comentarios homofóbicos no faltaron, ellos siguieron amándose y dando muestras de cariño públicas. Se les había visto en citas y paseando por la ciudad tomados de la mano, dándose sonoros besos en las mejillas. El apoyo mutuo que era notable en sus partidos al momento de celebrar un gol. Neteyam corría directamente hacia su novio saltando y dejándose atrapar por los fuertes brazos del brasileño, dando al público una vista amorosa de la pareja.

Hasta el momento no habían tenido ningún tipo de contacto sexual. Realmente no se les había cruzado por la cabeza, pero las indirectas de Lo'ak a Neteyam sobre si ya le habían dado como cajón que no cierra lo ponían a pensar.

En los meses que llevan de relación no se le cruzó la idea de tener... sexo. Tan sólo pensar en la palabra lo hacía sentirse colorado, de verdad que parecía un chamaco de primaria que se ríe porque la maestra dijo pene.

Y a Ao'nung no le urgía, estaba muy contento con solo mantener su relación en besos y caricias un tanto subidas de tono. Ah porque eso sí, hace unas pocas semanas Ao'nung invitó a Neteyam a quedarse a dormir en su casa, sentados en el sillón de la sala iniciaron una sesión de besos que escaló. No supo en qué momento ya tenía al mexicano sentado sobre él, con sus piernas abiertas a los costados del brasileño. Antes de que subiera a más los dos se separaron algo nerviosos y continuaron viendo la tele como si nada.

Era un jueves tenían entrenamiento, estaban cada uno concentrado en lo suyo, cuando tal vez la mirada de ambos se deslizó un poco de más.

Neteyam notó las grandes manos del brasileño, sus fuertes brazos, esa gran espalda, su mirada bajó hasta cierta zona, apartándola con rapidez avergonzado de haber tan siquiera pensado en lo que pensó.

Ao'nung volteó en su dirección observando la espalda baja del más joven, viendo su cintura marcada por la camisa ajustada que llevaba puesta, bajando hasta sus formados glúteos, se detuvo antes de que su cabeza formulara escenarios subidos de tono.

Ambos intentaron concentrarse en el entrenamiento pero sus cabezas sólo revoloteaban sobre la idea del cuerpo contrario, sus cuerpos ardían y picaban por tocarse, pero eso tuvo que esperar. Al terminar todos los jugadores se dirigieron a los vestidores para cambiarse, algunos fueron a bañarse, entre ellos Ao'nung y Neteyam.

Esperaban que darse una ducha bajo el agua fría les haría calmarse y dejar que el agua se llevara esos pensamientos, esos que conforme pasaban los minutos más anhelaban que se hicieran realidad. Al salir de las duchas se vistieron, sin evitar las cortas miradas al cuerpo ajeno, las ganas de simplemente tomar al otro y dejarse llevar por sus instintos era enorme, pero lograron controlarse, no podían dejar que nadie les viera, se morirían de verguenza.

Las miradas dicen más que mil palabras, con unos pocos segundos de compartir miradas entendieron casi de inmediato la tensión presente. Es más, hasta un compañero les comentó divertido "dejen de mirarse así, parece que van a follar aquí mismo" antes de dejarlos solos.

Sin mediar una sola palabra caminaron juntos hasta el coche del mayor, la casa de este estaba más cerca por lo que se dirigió a la misma, el nerviosismo en el ambiente era casi palpable, la tensión se notaba en el aire, por dios, estaban excitados solo de la idea mental, de imaginar cómo sería, ni siquiera se habían tocado y ya estaban ansiosos.

Aparcó en la cochera de su casa, ambos bajaron casi desesperados, notando que el nerviosismo y las ansias eran mutuas. Apenas la puerta se cerró Neteyam se lanzó a besar con vehemencia los labios del brasileño, las manos viajaron a su espalda baja y él rodeó con sus brazos el cuello del más alto.