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Narrador anónimo

𝒮𝑒𝓂𝒶𝓃𝒶𝓈 𝒶𝓃𝓉𝑒𝓈...

𝙹𝙰𝙿𝙾́𝙽

La noche había caído recientemente acompañada de una lluvia fuerte que comenzaba a suavizarse por segundos. Todo transcurría como debía de ser en el pequeño país de Japón. Gente caminando bajo la lluvia con paraguas yendo a sus trabajos, hogares y parar en algún lugar para satisfacer su apetito. Liam podría decir que es un país con baja actividad sobrenatural, pero los nefilim de este lugar no lo hacen tan fácil. Los acontecimientos vividos en la Guerra Oscura contra Jonathan Morgenstern aún le ocasiona incomodidad para conciliar el sueño, algo por lo cual debe agradecer ya que no se despierta a gritos a mitad de la noche. Su vida no fue tan mala como creyó que sería luego de perder a tantos buenos aliados en la guerra poniendo su vida en riesgo ante los Seelies. Se mudó a Tokio y actualmente trabaja en un pequeño restaurante con su nueva pareja, Hikari, una kitsune. Tal y como dicen, una vez que conoces el Mundo de las Sombras ya no puedes escapar de él.

Pero lo que solía ser una noche tranquila resultó con malas vibras desde que un hombre vestido completamente de negro cubriendo su rostro con el capuchón de su atuendo ingresó al restaurante todo mojado abriendo las puertas de par en par acompañado de truenos lo que el sexto sentido de Liam se puso en alerta ya que las vibras negativas y peligrosas aparecieron con su llegada. No podía hacer una escena hasta comprobar su teoría. Regresó al mostrador mostrándose natural, pero hay que admitir que aquel hombre alto llamaba la atención de todos y no solo era porque mojaba el piso con sus zapatos mojados o por los truenos que lo acompañaban. La atmósfera se tensó a cada segundo, a cada paso que daba, por lo que los japoneses se pausaron en continuar con su comida, sin embargo, Hikari disimuló su preocupación y sus instintos de defensa al momento en que ese misterioso hombre colocara una bala de plata que de impresión contenía un escudo.

Sujeto: ¿Cuándo una puerta no es una puerta? —le dijo el sujeto con una voz modificada o eso parecía ser porque se escuchaba como ronca, casi áspera

Hikari: ¿Perdón? — preguntó con una sonrisa bien disimulada al inicio fingiendo no saber de lo que hablaba a lo que el sujeto lo repitió

Sujeto: ¿Cuándo una puerta no es una puerta? —le repitió un poco más despacio, pero mostrando que no tenía paciencia para juegos

Liam: Ella no entiende —respondió Liam llegando para salvarla comprobando que sus teorías son ciertas, así que no fue en vano que apretara el botón de emergencia para alertar a los nefilim y subterráneos de la zona para que acudieran al lugar

Sujeto: Bueno, es un acertijo —respondió de forma tan obvia— Creo que lo entiende perfectamente. Así que preguntaré una vez más —. nadie dijo nada —¿Cuándo una puerta no es una puerta?

Hikari: Cuando está entreabierta —respondió finalmente viendo que no había escapatoria

Sujeto: Como uno de esos —comentó refiriéndose a los frascos de condimentos colocados en una repisa de forma ordenada. —El frasco que busco tiene un símbolo especial, un triskelion, tres espirales conectadas

Hikari: No sabemos de qué estás hablando —prosiguió a la defensiva —Tal vez deberías irte

Sujeto: Vaya —. Algunos nefilim y subterráneos llegaron a tiempo fingiendo ser clientes ocultando sus runas y sus armas con un glamour siendo uno de ellos quien asintió cuando intercambió miradas con Liam —Es un frasco muy especial, en realidad. Fue hecho de la madera de un árbol sagrado y solía capturar un kitsune oscuro... —. Los truenos volvieron a hacerse presentes —Un espíritu tramposo llamado Nogitsune

The Final HuntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora