Amara

Prólogo

Se rumora que el sol se enamoro de una de las 3 lunas de la tierra, que la cortejo en presencia de los astros y le dio protagonismo exiliado a la mas grande de ellas lo más lejos posible y arrebatándole su belleza a la mas joven de las 3.

Se dice que en un ciclo un cometa presenció como el sol se dejó cubrir por la luna. Gran tiempo de penumbra envolvió a la tierra, gran obscuridad devoró la vida; según el astro, el sol no quedó satisfecho con tal acto, y juro que volvería más adelante. Lo que no sabía, fue que la luna ahora guardaba una pequeña estrella en su interior que creció y vivió en su sombra, de su lado más obscuro, imperceptible por el sol que siempre volvía para intentar saciar su infinito deseo. Así transcurrieron años, decenas, centenas, miles, millares, eones de ciclos, eones de ciclos en el que el sol volvía, eones de ciclo que la luna guardo a sus hijos por temor a la imponente estrella.

Se rumora, que un ciclo, en el más tranquilo de todos, la luna, musa de la tierra y amante del sol ya no pudo callar mas. Se dice que el sol entró en cólera y quemo todo color verde en marte, ardió con fuerza y asesino a sus hijos, a cada uno, los despedazo, los devoró, y quemo hasta dejar un gran rastro de cenizas, y así hasta que acabó con todos, o al menos eso creyó.

Mientras la luna lloraba un mar en la tierra por la perdida de sus hijos, la primera de las estrellas, su primogénita, tierna joven de piel radiante, ojos amarillos de mirada furtiva y un cabello tan largo capaz de cubrir su vergüenza, se atrevió a saltar de un pico de la luna, mientras está menguaba su dolor, el sol la vio y trató de alcanzarla, tras el intento fallido, con toda su cólera la maldijo.

-"Con el mismo destino que consumió a sus iguales" -.

Su piel se torno negra ceniza, tan profunda como su dolor, tan obscura como el firmamento, su mirada se envolvió en el azul de las lágrimas de su madre. Mientras caía, el fuego fue quemando su cabello hasta hacerlo tan rizado que no permitió peinarlo nuevamente, antes de llegar a la tierra, el suelo se preparaba para acogerla, mientras el sol proclamó:

- "Ahora vivirás como una mortal, amaras y sentirás como una, te relacionarlas con los iguales hijos de la tierra, pero toda tu descendencia será igual a ti, en cada uno de ellos quedará grabado uno de tus rasgos, toda tu historia, tu exilio, en cada uno de ellos vivirá tu vergüenza... pero sobe todo, a la fémina que más ames será la fémina que condenará toda la vida que cruce su camino"-.

Al caer un haz de luz cegó la vista de todo aquel que miró el impacto.

La chica que platicaba con la luna una vez al mes por medio del mar de lágrimas que había llenado.

Se rumora que un día la joven estrella caída se enamoro de un hijo de la tierra, pero desconoció a su descendencia para protegerla, pasó el tiempo, ignoro a sus primogénitos, pasó el tiempo y al fin pudo avanzar, pasó el tiempo, y terminó por condenar a su descendencia con una pequeña que era su vivo reflejo, como si el vientre madre hubiera guardado a su gemela dentro de sí. Era inevitable no amarla, era imposible dejarla de mirar, por más que resistió no pudo, y terminó condenando a la vida con la llamada Azrail...