Capítulo 1.4 - Pesadillas Lúcidas

90 32 22
                                    

Ante mis ojos, pasaron todos aquellos hermosos recuerdos que había vivido hasta ahora con mi padre. Con un nudo en la garganta me tiré al suelo.


¡Dejé de respirar!

Temblorosa, las lágrimas ahogaban mis ojos. Jadeando me arrastré hasta el cuerpo de mi padre. "Ya estaba muerto". La bala había atravesado a Jonathan, impactándolo a él también.

Cuidadosamente toqué su rostro, negándome a aceptarlo. ¡No! ¡No! ¡NOOOOOOOOOOOOOOO! "Grité con todo mi ser".

¡Papá!, ¡Por favor!, ¡Papá! ¡Por favor despierta! Sacudí su cuerpo rígido, rogándole a aquellos ojos vacíos que despertaran. ¡No podía acabar así!, ¡No después de esa pelea!

Me mordí tan fuerte el labio que lo reventé. De la desesperación no sentí dolor, o la sangre que escurría por mi boca.

─ Es inútil. "Le hablas a un muerto" ─ dijo Andrew, sin ningún remordimiento.

Alcé la vista. Aquel chico tímido se había ido, de él solo quedaba un cuerpo lastimado. Como si al apretar el gatillo, hubiese perdido el alma. Sus ojos estaban tan llenos de lágrimas como los míos, pero su rostro no tenía ninguna expresión; ni gusto, ni alegría, ni felicidad ni culpa. El solo estaba ahí, parado frente a la puerta, esperando.

Miró su reloj ─ Ya no deben tardar ─ señaló ─. Atoré la puerta de la escuela. Pero no creo que resista mucho.

Me hablaba tan tranquilo, como si nada hubiese pasado. Caminó por la habitación apretando el mango del arma. No me di cuenta de que aún no la soltaba. "Sigo yo pensé". En ese momento recordé las palabras de Lily: "Él también te va a matar a ti". ¡Tenía razón!, ¡¿Por qué no iba a matarme también?!, "Era tan culpable como los demás". Nunca hice nada, nunca lo defendí, nunca acusé a sus agresores y nunca enfrenté a mi padre, no al menos hasta hoy; lo único que hice por él, fue limpiar sus heridas cada vez que lo golpeaban, haciéndole creer con mentiras que su dolor acabaría.

Se escuchó como las pesadas puertas de la entrada de la escuela se abrían tras un fuerte golpe.

─ Llegaron. "Es hora"─ se aproximó arrodillándose frente a mí. Alzó mi rostro hacia él. Con la mano, limpió la sangre de mi boca, pasando lentamente su pulgar por mis labios. Me pidió que no llorara, que ya todo acabaría.

Tomó su arma rodeando mi cuello. La podía sentir justo detrás de mi nuca.

¡Es todo!, ¡Voy a morir! Chillando cerré los ojos, esperando a que oprimiera el gatillo. Antes de hacerlo, acercó su rostro a mi oído para decirme mis últimas palabras. Al sentir el calor de su respiración, los latidos de mi corazón se detuvieron. Antes de que perdiera la conciencia susurró:

"¡DESPIERTA!

¡Despierta! ¡Vamos Despierta!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 



TikTok @alexalvarad33 / AlexAlvarad

Actualizaciones todos los viernes 







LA NIÑERA DEL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora