Capitulo 7

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Miércoles por la mañana.

HAYLEY

Era un milagro que no lo hubiera despedido aun, pero me causaba gracia su miedo, es divertido verlo así.

- Veamos Santoro, me esta tratando de decir algo, a lo cual lleva aquí unos quince minutos, hable rápido.

- Pasa que llevo apenas dos semanas y me da pena pedirle algo - 

- ¿ Que tan difícil es? - le digo - ¿problema familiar?

- Lo que pasa... - juega con los dedos - el sábado se casa un amigo y quería pedirle el día si no le molesta - ¿tanto problema por esto?

- Si total, el sábado no es tan pesado como los otros días - le digo asintiendo.

- Muchas gracias y quería preguntarle también, Nicol ¿Cuándo viene?

- No se, y dime ¿Quién se casa? - le pregunto curiosa pero sin darle mucha importancia -

Idiota te acaba de decir que es su amigo- dijo mi conciencia.

- Un amigo, se llama Dylan.

- Ah, bueno puede retirarse - le digo dando por terminada la conversación y no sospeche. 

El se retira como le pedí, me acomode en el sillón de papá, uno de los tesoros que mas aprecio, suena mi teléfono. Miro quien era, mi corazón comienza a latir fuertemente, no quería discutir. 

- Hola Alex- trate de sonar lo mas calmada.

- Hola Hayley, ¿podemos tomar un café y hablar como personas civilizadas? 

- Personas civilizadas - rio irónicamente.

- Si, la ultima vez casi nos matamos, ¿aceptas? - Me quede pensando.

- Esta bien - dije rendida, en realidad no quería hablar con él, pero no quería ser descortés- ¿Dónde nos vemos?

- Hay un bar, muy bueno que queda cerca del centro, ¿te parece el viernes a al mediodía? - 

- Si, esta bien, ¿ donde queda?

- Calle Foht 23, el bar se llama "Nale" - Anote y me quedo dudas pero no se lo dije.

- Listo, nos vemos el viernes-

- Nos vemos, adiós.

Mire la dirección y se me hacia familiar, hasta que caí en cuenta que era visitado por Santoro, igual mucha importancia no le di. Volví a acomodarme en el sillón, cerré los ojos para recordar su cara.
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IAN

- ¿Estas seguro Dylan? - le dije un poco asustado.

- Trabajaste por mucho tiempo y te sabes manejar todo solo, así que como esta semana estaré ausente y en la luna de miel quiero que también te encargues, descuida Milla y Adam te ayudaran.

- ¿Ellos dos?, ¿enserio? - pregunté incrédulo. 

- Se portarán bien, el viernes no voy a estar durante todo el día, así que estarás solo, bueno casi, estarán los chicos pero ellos harán los mandados ya que no conocen mucho de esto.
Asentí y volví a lo mío, acomode las sillas y abrimos la puertas para los clientes del día.
Se acercaba el cumpleaños de Dylan y luego de mi pequeña, se acerca el fin del ciclo de año, ósea, reuniones de la escuela, fiestas de despedida, muchas cosas y apenas podía respirar, y por ahí algún capricho de Lucia cuando quiere ir al parque o al cine. Es mucho para mi.
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DIFERENCIA (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora