Pedazos de mi alma

Inseguridades escondidas en oscuridad

De pronto, se encontró a ella misma sentada, llorando en la oscuridad mientras veía a las únicas personas que -tal vez- la querían. Nunca supo si realmente lo hacían. Las inseguridades la comían viva y el ponerse a pensar en todo lo que la carcomía solo la hacía llorar, así que no lo pensaba mucho.

No podía hacer nada sin pensar en esas personas, las que la querían y las que no, pensaba en todas las cosas que hacían sin darse cuenta que la herían, las que le golpeaban el alma "por accidente".

Las que la tenían sobrepensando todo lo que hacía, pensando entonces si eso era lo que había hecho que la trataran de esa manera.

Se pasa el día pensando si alguien la amaría algún día, si alguien escribiría sobre ella como los poetas escribían sobre sus amores.

Aunque siempre tenía un millón de cosas que decir prefería ahogarse en sus palabras, al hacer esto evitaba que la vieran vulnerable. Siempre lo estaba pero nunca lo sabrás.

Siempre tenía una guerra en su cabeza - la guerra de los introvertidos - quería que la dejarán sola, quería ponerse los audífonos y desaparecer de este planeta pero al mismo tiempo quería ser abrazada.

No sabe a donde pertenece, no sabe si pertenece a algún lado realmente.

"Por favor" suplicaba al aire. Quería que la llamaran linda, que le dijeran que valía la pena. Porque hasta el momento las voces de su cabeza le decían todo lo contrario.

Qué horrible era vivir con todas esas inseguridades.