Sed De Sangre [Traducción]

Tear You Apart

Tear You Apart

N/A (Scarlet_Fever) : Alguien intenta matar a Vegas, lo que convierte a VegasPete en gremlins asesinos cachondos. Se produce el caos (y el sexo). MacaoChay es la única pareja fluff disponible - lo siento, no lo siento

"¿Vegas...?" Pete susurró, el sudor que cubría su piel lo hizo temblar de calor y frío. Con anticipación. Sus nervios cantaban mientras el fantasma del toque de Vegas continuaba cayendo en cascada a través de su cuerpo. Su espalda y su trasero se sentían en carne viva donde Vegas lo había golpeado repetidamente con feroces bofetadas, luego calmó la picadura con suaves besos y reverenciales puntas de los dedos. Su culo se sentía usado, bien amado. Solo quería que Vegas lo tocara de nuevo. Para lastimarlo de nuevo. Para calmarlo de nuevo. Para aliviar la presión entre sus piernas. No sabía por qué había accedido al anillo para el pene que ahora le impedía correrse. Ansiaba que Vegas tocara su pene, que lo liberara y lo dejara llegar al orgasmo. Estaba casi salvaje con eso, con el deseo de la polla de Vegas dentro de él otra vez, golpeándolo y exprimiendo cada gota de placer de él.

Gimió ante la ausencia del toque de su amante. Quería quitarse la venda de los ojos (aunque antes le había rogado a Vegas que se la pusiera), pero tenía las manos esposadas a la cabecera de la cama. Sintió que Vegas seguía allí, podía sentir su mirada como un láser, pero necesitaba ver al otro hombre. Necesitaba sentir el toque de Vegas, su calor. Todos sus sentidos caían en cascada a través de él en un revoltijo desordenado. "¿Vegas?" él llamó. "Vegas, por favor tócame. Por favor Vegas"

La oscuridad alrededor de sus ojos comenzó a filtrarse dentro de él. Sus súplicas le recordaron a la piscina, sus oídos zumbaban tan fuerte por todos los disparos que apenas había sido capaz de escuchar sus propios gritos. La vida de Vegas se filtraba alrededor de sus rodillas, quemándole la mejilla cuando la presionaba contra el pecho del otro hombre. Sintiendo que su respiración se ralentiza...

Jadeó sorprendido cuando sintió el pulgar de Vegas rozar su pómulo, atrapando las lágrimas que caían debajo de la venda con su pulgar.

"Respira", ordenó suavemente la voz de Vegas. Fue entonces cuando Pete se dio cuenta de que había empezado a hiperventilar. Todo su cuerpo se inclinó hacia el toque de Vegas como una flor anhelando el sol, tanto que escuchó las ataduras crujir contra la cabecera.

Vegas no dijo nada más, solo continuó acariciando la mejilla de Pete. Pete sabía que le estaba dando la opción de usar su palabra segura. Sacudió la cabeza. "Estoy bien", murmuró en la palma de Vegas. El deseo que recorrió el cuerpo de Pete ante la más mínima caricia de las hermosas manos de Vegas ahuyentó cualquier oscuro recuerdo. "Solo... no dejes de tocarme". Pete agregó hierro a su voz, no solo porque nunca quería que Vegas dejara de tocarlo, sino para demostrar que realmente estaba bien, que el toque de su amante lo había castigado. Lo había traído a casa.

Vegas se rió en su oído, el calor de su cuerpo casi prende fuego a Pete. Su polla dolía como un moretón. "Agresivo, agresivo", bromeó Vegas, lamiendo lentamente a lo largo de la oreja de Pete antes de tirar del arete de Pete con los dientes, diciéndole sin palabras que entendía.

Las caderas de Pete se arquearon tanto como pudieron con las piernas abiertas de par en par por una barra separadora, deseando que Vegas volviera a estar dentro de él. Se sentía tan vacío y quería estar lleno del otro hombre, la privación sensorial hacía que el vacío se sintiera interminable. Los dedos de Vegas se enredaron en su cabello, dando un tirón no tan suave. Pete sintió entonces que las manos de Vegas le acariciaban los costados de la cara y todo se silenció, excepto la sangre que le agolpaba en los oídos. Vegas le había colocado tapones blandos en los oídos, lo que cortó aún más sus sentidos. Gimió y arqueó su cuerpo cuando el calor del cuerpo de Vegas retrocedió, tratando de seguirlo. Pero Vegas mantuvo sus manos recorriendo suave y lentamente la parte interna de los muslos de Pete, más y más cerca de su dolorida polla y su ansioso agujero, pero sin llegar a tocarlo del todo.