Capítulo único

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Estabas ahí... conectada a esa maldita máquina de oxígeno.

A cada cierta hora, las agujas con medicamentos eran inyectadas en tu fina piel traspasandola como sí fueran balas pérdidas penetrandose en una débil pared.

Tú sonrisa nunca se desvaneció, hasta en tu último momento, tu sonrisa jamás desapareció de tu rostro. 

Podía jurar que tú sonrisa podía iluminar mi oscuro corazón. Eras el claro ejemplo de lo que es una guerrera, un ángel de Dios.

Entonces, ¿Por qué Dios te golpeó tanto si eres su mejor guerrera? , ¿Cuál era su verdadero propósito?  Seguro hacerte pagar por los pecados que yo cometí, me arrepiento tanto de todo lo que hice en el pasado, si jamás los hubiera cometido, seguramente tú no estarías aquí; sufriendo por mí.

Te amo tanto que no puedo soportar verte así, daría lo que fuera por verte correr, como en mis sueños lo hacías. Escuchar tu voz y perderme en ella. 

Me odio tanto por hacerte sufrir aunque de mí no salga ninguna lágrima, por dentro mi alma se está destrozando en cada segundo que pasa. 

No sé si debo rezar por qué tú alma descansé en paz o rezar por mí o tu madre por no ser lo suficientemente fuertes para seguir tu ritmo. 

Te quise abandonar cuando apenas supe de tu existencia por qué sabía que no sería digno de ti, cuando te cargué por primera vez no me arrepentí de haber luchado con mis demonios por quedarme a tu lado. 

Tu madre es demasiado valiente por nunca rendirse pero yo, yo solo soy un maldito cobarde que quiso seguir huyendo cuando se enteró de tu discapacidad, fui una maldita escoria cuando le eché la culpa a Sakura, por qué supuestamente sí ella se hubiera cuidado tú nunca hubieras nacido. 

Me siento tan culpable que, ni siquiera puedo reaccionar cuando tus pulsaciones están bajando. Tus latidos poco a poco iban disminuyendo, tu pobre corazón está tan cansado de haber luchado tanto, que está llegando a su pelea final.

—Deben estar preparados, por ahora solo queda esperar el momento—decía el doctor a cargo de tu caso. 

Como podía pedir eso, NUNCA estaría preparado para tu muerte. Me arrepiento tanto de haber llegado tan tarde a verte. A los dos años de tu vida te detectaron la anomalía en tu cerebro que te llevaría directo a tu muerte. 

Por eso acepté la misión que me encomendó Naruto por qué lo único que quería encontrar realmente era alguna cura para esa maldita enfermedad, lamentablemente a pesar de los años que me tomó nunca pude encontrarla.

Jamás pude abandonarte del todo por qué visitaba la aldea cada dos semanas sin falta, aunque nadie lo supiera. Desde las sombras veía como Sakura hacía un excelente trabajo contigo, eso hizo que me sintiera muy orgulloso de ella. 

Los gritos me devolvieron a la realidad.

—Resiste...¡Por favor Sarada...!—gritaba Sakura desesperadamente entre lágrimas, quién estaba a mi lado.

—¡Le está dando un paro cardíaco!—exclamo el doctor mientras comenzaba a hacerle una reanimación, pero ya era tarde.

Mi hija se estaba muriendo delante de mis ojos y no podía hacer nada. 

Reacciona     Reacciona     Reacciona   ¡Haz algo!

No podía gritar, llorar o hacer algún movimiento, era como si estuviera paralizado. Mi mundo, mi familia se estaba muriendo y con ello yo también. 

—Lo sentimos mucho, no resistió más, no pudimos hacer nada está vez.

Mi hijita, mi niña, mi bebé estaba muerta... No lo podía creer. ¿Qué sería de mi vida ahora?  Sakura y tú eran la luz en mi vida pero, sin tí ahora nada podría volver hacer lo mismo.

El dolor de tu partida ||SasuSakuSara||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora