EL JARDIN DE LOS MUERTOS

14. Tres meses

Ya estaba harta de este lugar y de este estilo de vida, me he sentido horrible y la verdad como no sentirme así, la comida aquí es un asco, no podia caminar sin que alguien murmurara o me mirara de arriba a bajo, muchas noches pensaba en Martín y aunque fuera duro para mí debía admitir que ya no volvería y lo mejor sería olvidarme de él... Martín era mi debilidad, esa es la verdad y en estos momentos o al menos estos cinco años que me dieron debería olvidarme de él.

Todos los días daba mi cotidiano paseo, al llegar a mi celda me di cuenta de que tenía compañía.

-Te estabamos esperando linda -dijo una de ellas poniendose de pie y las otras dos atras de ella

No respondí y entre despacio hasta pasar por el lado de ellas y al quedar despaldas a ellas dije:

-¿A que debó esta visita?

-Venimos a hablar de cosas importantes mi querida Sarita

-Habla - dije quedando frente a ellas sonriendoles

-Dicen que eres una persona muy importante... que todos te tienen en la mira por lo peligrosa que eres

-Que no le temes a nada- agrego otra

-Continua- dije cada vez acercandome más

-Y no hay que ser lo suficiente inteligente para saber que tienes gente afuera que te ayuda

-¿Y que quieres?

-Queremos que nos ayudes a salir de aquí

-¿Qué te hace pensar que lo haré?

-Lo haras por las buenas o por las malas pero nos ayudaras

-No lo haré

-Bien... sera por las malas

Luego se retiraron y seguramente dentro de poco vendrían a por mí.

-¿Quien es?- oigo al otro lado de la llamada

-Sara

-¿Sara?

-Que si idiota, soy yo

-Mierda Sara, ¿cómo estás?

-No tengo mucho tiempo solo necesito que me escuches

-Te escucho

-Martín está muerto y me dieron cinco años

-Lo sé

-Vaya en verdad las noticias vuelan

-¿Qué necesitas?

-Necesito que vengas a verme

-Sara eso es imposible

-Escúchame no seas idiota, no puedo contarte las cosas por aquí

-¿¡Cómo pretendes que vaya?!

-No vengas sola

-Sara las cosas no van bien por aquí y quieres que vaya a verte y además acompañada, todas aqui estamos siendo vigiladas

-¿¡Pero qué hiciste ahora?!

-Tal vez esta vez fui demasiado lejos

-Debes venir... no tardes

No sabía lo que estaba haciendo, al cortar la llamada sabía que ella vendría pero eso podria ser en meses o incluso años.

2 meses despúes
Habían pasado dos meses y las cosas iban cada vez peor, nada me estaba resultado, estaba vomita y vomita todo este tiempo, no me la pasaba todo el día así pero era algo que ya resultaba molesto, lo vomitaba todo pero aun así había engordado.

Esa idiota no me había vuelto a responder ninguna llamada y aun no había venido en todo este tiempo, Jonathan ni sus luces, era un idiota como todos.

Ya tres meses aqui y aun seguian llevandome para entrevistas.

-Sarita... - veo a las tres estupidas que necesitaban desesperadamente de mi ayuda para salir de aqui entrando a mi celda

-No estoy de humor- dije poniendome de pie

-¿La princesa no esta de humor?- dijo riendose junto con sus acompañantes

-Que chistosa- dije dedicandole una dulce sonrisa

-Sabía que muchas por aquí llegan y suelen engordar con el tiempo pero nunca imagine que la gran Sara pasaría por esto y en tiempo récord porque solo han pasado tres meses y mirate

-Digas lo que digas no te voy a ayudar a salir de aqui y ya vete

-lo siento linda pero te dije que si no era por las buenas... sería por las malas

Luego fue un golpe tras otro y otro... mi cuerpo estaba débil ni siquiera podía ponerme de pie, una de ellas estaba encima de mí golpeandome en la cara, mi nariz sangraba pero ya no me importaba nada, nunca me había sentido tan así, sin fuerzas.

-Aquí de la que todos deberían temer es de mí, te puedo pisotear todas las veces que quiera Sara- dijo agarrandome del cuello

-Aun tienen tiempo de largarse y arrepentirse de lo que están haciendo porque no saben con quien se están metiendo- dije riendome

Al pararse me llegaron otros golpes más y una vez que se fueron me fui parando poco a poco, no había parte de mi cuerpo que no me doliera, al salir de mi celda vi como mis pantalones se llenaban de sangre, poco a poco mi vista se oscurecio y caí y solo escuchaba los pasos y voces de personas acercandose.