A lo chileno - TaeKook Chilensis

Capítulo 9

¡Hola, chiquillxs! He vuelto con otra actualización.
Disfruten el capítulo.
Mucho amor
Sof. ♡

Había despertado a eso de las siete de la mañana, un poco más tarde de lo normal, pues se había duchado la noche anterior, por lo que no debía hacerlo durante la mañana.

Le había costado caleta levantarse, porque no era de sorprenderse que Kim Taehyung González se quedara hasta tarde con el celular, especialmente los días de semana.

Una vez está vestido, se baña en colonia, pa quedar bien rico, y, con su mochila al hombro, va hacia la cocina a buscar algo para llevar de colación. Lo primero que encuentra, son unas cebollas, zanahorias y papas, que por supuesto no le servirían. Revisa el refri y no hay nada más que una caja de huevos y mantequilla.

Suspira pesado. No le quedaba otra que comprar en el colegio.

Cuando ya tiene las llaves en mano, siente que se le olvida algo.

¡Ah, cómo tan weón, su retoño!

—¡Junmyeon! —Taehyung exclama, y cree que su voz se escucha en toda la casa. Espera unos cinco segundos, y cuando no oye respuesta, pretende volver a gritar, mas escucha unas fuertes pisadas.

—¡Ya voy!

Gracias a Jesucristo.

—¡Apúrate, cabro chico, que ya son las siete cincuenta!

En eso llega corriendo su hermano chico, con su mochila de Car colgando en su hombro.

Cuando Taehyung ve a Junmyeon, se ríe de él, porque su hermano tenía los pelos tan peinados que parecía como si una vaca le hubiese dado un languetazo.

Taehyung ríe tanto que el Junmyeon le echa la choriá.

—¡¿Qué, oh?!

—Naaada, oh. —seguía riendo el mayor—. Ya, vamos, mejor, cabro chico. —dice, mirando la hora del celular—. A todo esto, ¿por qué vai tan peinaito? —pregunta, luego de asegurar la puerta con llave.

—Es que hoy tengo una disertación en grupo. —Junmyeon le hace saber, mientras caminan ni rápido ni lento, pues sí, era un hecho de que el liceo de ambos estaba demasiado cerca de su casa.

—¿Y sobre qué es la disertación?

—Es sobre la comunidad LGBTI+.

Conchetumare. Taehyung casi se ahoga. Chucha, debía hacer como si no le importara el tema y seguir conversando, pero su corazón estaba palpitando demasiado fuerte para su gusto.

—Ah, que bueno, Jun. —este finge poco interés, aunque quiere y necesita saber cuál sería su postura en aquella disertación. Porque le importaba muchísimo—. Y, bueno, ¿tú qué opinas sobre esa comunidad?

—Opino que el amor es amor, Tae. Uno debe amar o identificarse con lo que uno quiera, y nadie debe interponerse o criticarte por ello.

El mayor queda plop por un momento, pero eso se desvanece cuando una sensación de bienestar llena su pecho y se infla en orgullo. Porque por supuesto que está orgulloso de su hermanito.

Aquello era un tema nunca conversado, y, por supuesto que era demasiado importante para Taehyung. Y ahora que sabe la postura de Junmyeon, era un buen momento para decírselo. Bueno, quizá no en este mismo instante, pero quizá más adelante, pues sabía que debía decirle a su pequeño hermano que pertenecía a aquella comunidad, después de callar por muchos años.

Luego de unos cinco minutos, están en la esquina del colegio, justo en el almacén en donde Taehyung le compraría la colación a Junmyeon.

—Hola, tío. —saluda Tae, haciéndose el simpático con el viejo culiao del almacén, que era pesadísimo—. ¿Me da un jugo en caja de naranja y unas morochas? Porfa.