A lo chileno - TaeKook Chilensis

Capítulo 10

¡Buenas noches, chiquillxs! Espero se encuentren muy bien.
Les traigo otra actualización, antes de entrar al colegio, jeje.
Gracias por leer. ♡

*

Había vuelto del liceo hace unos veinte minutos, más triste que la chucha, pues el Choro Min no había ido, por lo que había pasado los tres recreos más solo que la mierda. Fue la peor jornada de lo que llevaba de semana.

Bueno, pero tampoco podía ser un malagradecido con el universo. Porque, cuando llegaba al liceo, se había encontrado con Taehyung en la entrada, y puta que se veía mino.

No sólo eso, también había establecido una conversación con él, e incluso se habían quedado mirando por un buen rato, allí, en el patio central.

Y de sólo pensar lo de hoy, se emocionaba caleta.

Ahora bien, dejando atrás la emoción del momento, había pasado algo más, y, al recordarlo, se enojaba.

En la mañana, cuando iba entrando a su sala, como siempre llegaba cuando ya casi la mayoría de sus compañeros ya estaban en sus puestos, se dio cuenta que el grupito de los weones de atrás, estaban hablando de él.

Ugh los chuchetumares. No servían ni pa ser discretos.

¿Cómo se da cuenta? Porque cuando iba entrando, Yugyeom, estaba por poco gritando su nombre completo, luego Jaehyun, otro conchetumare, comenzó a cantar la canción de Noche de Brujas, esa que decía "Me gusta todo de tí, tu sonrisa, tus ojos, tu cara".

Lo que no sabían, era que Jungkook estaba de pie, en la entrada de la puerta, escuchando básicamente todo lo que hablaban.

El grupito, cuando se dio cuenta de aquello, se quedó en completo silencio, mirando al dichoso Jeon Jungkook, más avergonzados que la chucha.

¿Qué se creían esos culiaos?

Él decide no hacer nada, no pescarlos, sólo sentarse en su puesto, hasta que le llega un mensaje de su mejor amigo, diciéndole que no iría al liceo.

Los tres recreos se la había pasado jugando Geometry Dash y Happy Jump, comiendo su colación, y en el último recreo, su almuerzo, que era un pan con hamburguesa y queso, que lo tuvo que calentar en el microondas de su sala, mientras chateaba con Yoongi.

Ahora, como recién había llegado a casa, se había duchado y se había comido una manzana, porque estaba cagao de hambre. Su mamá estaba en el living jugando Candy Crush, con los audífonos puestos, en su onda. Así que Jungkook se había ido a su pieza a acostarse y a ver algo en Netflix.

Ha estado un buen rato navegando en la tele, y se chorea al no encontrar nada de su agrado, entonces, enojao, apaga la tele y conecta sus audífonos a su celular, para escuchar música desde este.

Pero se lleva una sorpresita po. No había pagado el Spotify, por lo que sólo podía escuchar música aleatoriamente.

Puta la weaita oh.

Cierra la aplicación y suelta el celu, chato. No le queda más que hacer tuto. Y de verdad está dispuesto a dormir una siesta, aunque no quiera, pero, justo en ese momento, suena una notificación.

Pretende no pescar su celu, pero quién sabe, tal vez era el peliverde hablándole para preguntarle qué comprarle al Jin, y bueno, el Jungkook estaba a la disposición de su amigo, en cualquier momento.

Abre los ojos y prende su celu, y, extrañamente, no era un mensaje del Choro Min, sino una notificación de Instagram, y eso sí que era raro, porque Jungkook casi nunca ocupaba dicha aplicación.