𝗧𝗵𝗲 𝗥𝗲𝗱 𝗠𝗲𝗮𝗻𝘀 𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 | 𝘓𝘢𝘥𝘺 𝘓𝘦𝘴𝘴𝘰 ©

Capítulo 4 | Decana.

⚠️TW⚠️(Leer bajo su responsabilidad.)

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Lady Lesso POV

Las clases estaban a punto de terminar, al fin tendría tiempo de descansar del largo día y del dolor en mis pies, pues estos estaban cada vez más y más adoloridos gracias al apretado calzado que portaba cada día. Iba por uno de los largos pasillos de la Escuela del Bien, dirigiéndome hacia la escuela contraria a esta. Todo estaba en silencio, al ir avanzando por el corredor pude escuchar ruidos sospechosos provenientes de una de las habitaciones; Habitación 48, me acerqué más a la puerta de esta intentando descifrar al autor de dichos ruidos, se escuchaban jadeos y gemidos, parecía que alguien estuviera sufriendo, sin embargo, al analizarlo mejor no eran del tipo de ruidos que haces cuando sufres, más bien eran... de placer. Mi mente me pedía a gritos que abandonara la escena y me recordaba que no era de mi incumbencia, pero, por otro lado, mi cuerpo no se movía ni un milímetro de la entrada, era como si me hubiera quedado hipnotizada a causa del lujurioso sonido.

-!LESSO¡—se escuchó al otro lado de la puerta. Di un brinco por la sorpresiva mención alejándome de la puerta, salí inmediatamente del trance. Segundos después salió de la habitación una acalorada damisela, con las mejillas rojas, sudor por su pecho y frente. La miré confundida, pues se suponía que ya debía estar en clase y según las circunstancias iba tarde de nuevo. Al parecer se percató de esto y abandono la incómoda situación rápidamente.

Esta rebelde princesita se va a hacer castigar.

- ¡Apresúrese, señorita, no querrá llegar tarde! —grité a la joven.

- ¡Sí, gracias, lo sé! —contestó agitadamente.

Seguía sorprendida por el inquietante suceso ¿Acaso... ella estaba... estaba...?.

-¿Que mierda? —susurré continuando mi camino.

[...]

Entré a mi oficina con la previa situación en mi mente, dejándome caer en un sillón que le daba un aspecto de sala a la habitación, me retiré el ajustado calzado, el caluroso saco, la corbata y el chaleco, dejándome con una camisa blanca sencilla. Recosté todo mi cuerpo en el mueble quedado acostada y entre más pensaba en la dulce jovencita me iba quedando más dormida. Mi sueño fue interrumpido gracias a un par de golpecitos que se escucharon en la puerta.

-¡¿Quién es?! —dije molesta y adormecida.

- Lesso, debemos hablar. —se escuchó la fastidiosa voz de mi compañera al otro de la puerta.

- ¡¿Qué rayos quieres, Clarissa?! —dije sin abandonar el sillón ni mi tono.

- Es importante, Lesso, es sobre una estudiante. Vamos abre la puerta.

- Agh. —me quejé mientras me levantaba de mi asiento y abría la puerta. Al hacer esto me llevé una pequeña sorpresa. Supuse que Clarissa vendría sola, pero resulta que la acompañaba dicha estudiante, quien se veía de cierto modo apenada y cohibida.— Ya veo. Pasen.

Fui hacia el gran escritorio y me senté en la silla detrás de este, ambas mujeres tomaron asiento frente a mí.

- Bien, Clarissa, ¿Qué sucedió?.

- Como ya debes saber, la señorita Romance, ha estado llegando tarde a clases, al menos hoy dos veces, cosa que es inaceptable en esta institución. La cuestión es... ¿Qué vamos a hacer? —informó Clarissa.

- Señorita Pendragon, ya escucho ¿Qué vamos a hacer? —dije a la joven.

- Decanas, lo lamento muchísimo, en verdad. No era mi intención. Reconozco mi error y que abusé de su confianza, pero hoy juro que esta situación no se repetirá. —dijo la princesa con arrepentimiento en su voz.