1. 𝖲𝗈𝗅𝗈𝗌

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- ̗̀   OS inspirado en la canción 'Solos' de Soy luna    ̖́-

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Quackity se sentía confundido.

Cuando recién llegó al pueblo, encontrarse con Luzu le causo cierta incertidumbre y seguridad a pesar de que este le advirtiera sobre el híbrido de oso apodado "Rubius".

Aquel ser revoltoso que era dueño de sus pensamientos y de sus confusiones.

Claro que no se había tomado en serio las advertencias de Luzu, sin embargo, se arrepintió de no hacerlo cuando Rubius le tendió una trampa para que cayera en una mina, provocando una explosión que casi le cuesta la vida.

"¿Cómo pudo?" Pensó, se sintió bastante humillado.

Estuvo bastante resentido con el oso, pero aquel chico alto se encargó de conseguir su perdón.

Si a Quackity le preguntaran qué palabra define a Rubius, definitivamente diría que "caos" es la palabra que le pertenece a ese hombre.

No solo por su rebelde forma de ser, sino también por todo lo que provocaba en las demás personas. Rubius era una persona demasiado libre e independiente, no le gustaba seguir las reglas que eran indispensables en el pueblo. Sus acciones lo habían llevado a la cárcel de Karmaland en más de una ocasión pero eso nunca detenía sus rebeldías, le gustaba imponer fortaleza para que entendieran que no era fácil de derrumbar. Todo en él era un completo caos, desde su apariencia hasta su actitud... Y su forma de actuar con los pueblerinos.

Rubius tenía el corazón de Quackity y el de Vegetta hecho un completo lío.

Porque si, Vegetta también era una víctima de Rubius y su alocada forma de amar.

—Pato, ¿estás aquí? –escuchó aquella voz que le provocaba tantas cosas, estaba afuera de su casa —Mi chico favorito me abrirá la puerta porque me adora –aseguró.

—No wey, no estoy –contestó el menor, no tenía ganas de verlo, sin embargo, sabía que Rubius no iba a dejar de molestarlo hasta que le abriera la puerta —Ya deja de estar chingando.

—Si no me dejas pasar, voy a dejar toda tu casa rodeada de minas –amenazó —No creo que a mi pato le guste volver a sentir una explosión.

Quackity rodó los ojos y se levantó de mala gana para abrirle la puerta al estúpido oso, odiaba que tuviera tanto poder en él.

—Eres insoportable –abrió la puerta y se hizo a un lado para dejar que el chico alto entrara a lo que consideraba su hogar.

one shots ʳᵘᵇᶜᵏⁱᵗʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora