Desde que Rubius empezó a vivir con su pareja, las camisetas de sus conjuntos de pijamas siempre empezaron a faltar del armario y fueron a parar alrededor de el cuerpo más pequeño de su novio.
¿Como lo supo?, pues su pequeño novio se lo confesó al notarlo. Claro que aquello no lo molestaba para nada, es más, le gustaba que su novio tuviera la suficiente confianza como para que así pueda usar sus prendas. Pero había un pequeño problema desde que comenzó con esas rutinas. Y él solo anhela con ello cada noche que se la pasas solo en la habitación oscura y cálida. Imaginando cada detalle del blanquecino cuerpo con sus camisetas.
Y Robleis desde que se probó una camiseta de las pijamas de Rubius, comenzó a ser su rutina diaria y encerrarse en su habitación cada vez que las usaba. Esa acción solo hacía que la mente de Rubius imagine en algún problema que tendría su pareja para evitar mostrarse con sus camisetas frente a él. No era algo usual, porque siempre el castaño menor era entusiasta con la ropa y gustaba recibir sus opiniones cada vez sobre ellas, las mejillas arreboladas del menor eran el único deleite que nublaba la mente del más alto y hacían olvidar todo lo de su alrededor.
Como adoraba cada acción del castaño, desde su lacio y hermoso cabello hasta las cuidadas uñas finas y largas. Adoraba como sus ojos brillaban como la luna, esa emoción y sentimiento con el cual se miran, se hablan y se tocan, tan sutil y delicado. Rubius siempre observando las reacciones cuando lo besaba; diciendo lo galáctico que son sus ojos por los reflejos del sol y por lo más claros que se veían, los hermosos sonrojos de sus mejillas, lo bonito que se veían sus labios rojos e hinchados por sus besos, como su cuerpo buscaba donde sostenerse en el suyo, sus manos alrededor de su cuello o arrugando sus camisetas desde los omóplatos. Cada vez el más bajo lo traía loco, desde que comenzó su noviazgo y a los meses o años después que empezaron a vivir juntos, nunca llegaron a un contacto más íntimo, no dormían en la misma cama, dormían en cuartos separados y aún seguían vírgenes. Porque Robleis amaba esa modalidad románica de historias de los romanos, el amor puro y respetuoso duradero tras muchos años sin llegar a la intimidad, demostrando así como era de fuerte el sentimiento para lograr resistir esa abstinencia. A pesar de todo, Rubius era un hombre más maduro, y el bendecido cuerpo del menor era una tentación, aún así lo respetaba, pero después de años de relación fantaseaba con poder corromper ese delicado cuerpo y profanar su ser hasta el cansancio.
Rubius cerró la puerta principal del apartamento con total precaución y silencio. Eran alrededor de las ocho y media de la noche, le daría una sorpresa a su novio llegando con un ramo de flores de girasol y tulipanes morados. En España los gestos hacia la pareja suelen ser lo más representativo en el amor, los tulipanes morados representan el amor puro y los girasoles el amor sincero y eterno. Robleis solo por él, aprendió el extenso lenguaje de las flores de España y con ternura y amor la fecha de su aniversario se convirtió en un día para regalarle flores, pero añadiendo esa fecha cada mes del año. Por eso no le empezó a gustar ese distanciamiento por las noches de su pareja, siempre fue una persona que adoraba el contacto físico con aquellas que les tenía un nivel de aprecio y cariño. Pero para él, Robleis no era alguien por el cual sienta ese cariño especial, con su chico pequeño sentía cosas más intensas, profundas y honestas. Robleis para él es el chico más lindo y noble que haya podido conocer, no será la primera atracción, pero si es su primer amor y su primera y única pareja aventurera y oficial.
Ambos comenzaron una relación a distancia, se conocieron ridículamente mediante un juego en línea, se cautivo con la voz cantarina y la infantil actitud que tiene, sus gemidos inesperados y las imitaciones con su voz de cualquier personaje animado, parecía tan irreal que su suave voz pueda imitar diversos diálogos de personajes animados. Ambos juegan con una táctica especial, y se declaró el 14 de febrero. Robleis le dedicó una felicitación por el día de la amistad y del amor, no negará que le dio miedo el rechazo que hubiera pasado, pero aún así tuvo los cojones bien puestos para seguir con lo propuesto. Después de un par de semanas conviviendo con el "chico bonito" sus sentimientos eran más claros que el agua, y todo debido al nerviosismo y el aumento de su ritmo cardíaco. Su corazón acelerado y el nudo en la garganta que reprimía sus chillidos de emoción eran la suficiente prueba del enamoramiento que empezó a sentir.
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Pijama [RubiusxRobleis]
RomansaRobleis ama usar las camisetas de la pijama de su pareja, adora ver como la camiseta de seda moldea su cuerpo curvilíneo cuando se mueve a pesar de ser holgado. Y eso es algo que su novio añora ver del más bajo