cap:2

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"UNA LUZ EN LA OSCURIDAD "

Debí haberme separado desde el primer golpe tal vez, pero no lo hice. Seguí ahí, y cada golpe que recibía siempre era peor que el anterior.
 
¿Por qué me casé?
 
¿Que hice para merecer esto?
 
¿Fue mi culpa?
 
Los golpes que recibo, ¿son por mi culpa?
 
Pero él me ama, ¿verdad?
 
¿Él solo me quiere a su lado para golpearme?
 
¿Por qué me hace esto?
 
Eran mis pensamientos, mientras estaba sentado en el frío piso del comedor, con mi muñeca adolorida.
Ya hemos cumplido dos años de casados; dos años de maltrato, golpes y humillaciones, pero -¿Qué hago aquí?- me pregunto al despertar, solo estoy aquí por él, siempre me promete cambiar. Después de cada golpe o grito dice <<Lo siento Yuan, si sabes lo que pasará, no deberías hacerme enojar, pero sobre todo sabes que te amo, ¿verdad?>> Esas palabras son suficientes para quedarme en este maldito infierno, siento que me quemo en vida, el dolor ya es más soportable, pero mi sufrimiento empeora cada vez más.
 
Esta mañana me tomé la libertad de hacer el desayuno, es domingo y la servidumbre había pedido permiso para saltarse un día de trabajo, yo lo vi como una oportunidad, así que decidí preparar panqueques de avena y café, me levanté a las cinco y media de la mañana solo para poder asearme y poder hacerle su desayuno, empecé y terminé una hora después, ya eran las seis y Binghe aún no salía de la habitación; mientras servía su desayuno escuché una puerta abrirse, es la del baño, vi a Binghe con su terno negro y su corbata roja, sosteniendo un maletín del mismo color de su traje.
 
Me acerqué y dije: <<Binghe, el desayuno ya está servido>> acompañando con una débil sonrisa, tratando de que esta vez no me tire el desayuno en la cara.
 
Él me miró con una sonrisa y dejó el maletín en la mesa, tomó asiento, agarró el tenedor y probó el desayuno, me miró con cara de asco, golpeó la mesa y dijo: <<Tan inútil eres, que ni un desayuno puedes hacer bien>> esas palabras me dolieron más que los golpes que recibiría después, él se paró de la silla, sujetó mi mano y se acercó a la cocina, con su mano libre encendió la llama y acercó mi mano lentamente hacia aquella estufa, en ese momento vi, y sobre todo sentí como mi mano quemaba, mi piel ardía, volviéndose rojiza, lloré, sollocé, rogué, pero aún así no me soltaba, los segundos se sentían minutos; hasta que tocaron la puerta y una voz dijo <<Señor Luo, su auto ya está listo>> gracias a eso Binghe me soltó, pero sin antes escupir encima mío y bruscamente decir <<Me repugnas>>.
Eso realmente me dolió, sin embargo, en ese momento solo quería encogerme en el frío piso y llorar amargamente.
Binghe salió sin mirar al joven parado a la puerta. El joven que había llamado a la puerta entró y me miró, <<Yuan-gongzi>> dijo con notable tristeza (tal vez pena), se puso de puntillas y tomó mi mano, diciendo <<Gongzi, por favor déjeme ayudarle, en este momento iré por un botiquín>> él me ayudó a tomar asiento en el lugar antes abandonado por Binghe y se dispuso a traer el botiquín como había dicho, justo antes de que cruzara la puerta, le avisé con un poco de tartamudeo: <<Ha-Hay uno en el baño>>, el joven se detuvo y se dirigió hacia donde le había indicado; trajo un pequeño botiquín blanco con su respectiva cruz roja y tomó una compresa fría, colocándola en mi palma, hice una pequeña mueca de incomodidad. <<Es para aliviar el dolor y evitar que la quemadura se agrave, perdón si le incomoda o le lastimo no intencionalmente>> mencionó el joven -¿Cómo se llamará?- mientras enrollaba la compresa alrededor de mi mano. Luego de unos 4 minutos con la compresa colocada, decidí preguntarle:
<<¿Cuánto tiempo deberá permanecer en mi mano?>>. La pregunta fue respondida rápidamente.
<<Aún quedan unos 6 minutos de espera, Yuan-gongzi>>
<<Está bien. . .>>
Después de 2 -largos- minutos -un poco incómodos, si me preguntan-, me decidí preguntar por el nombre de mi salvador -salvándome de mi esposo. . .- <<Disculpa. . .Joven, ¿cúal es tu nombre? Me estás ayudando, pero aún no sé cómo te llamas>>
<<Este se llama Gongyi Xiao, Yuan-gongzi>>
<<Está bien, gracias por lo que estás haciendo por mí, Gongyi Xiao>>
Él solo asíntió y nos quedamos en silencio mientras pasaban los 4 minutos restantes para poder quitar la compresa. Luego de una pequeña -gran, debería decir- espera, Gongyi tomó unas gasas y las colocó delicadamente en mi mano -como si fuera porcelana tan fácil de romperse, que el más mínimo movimiento podría dañarme- ese pensamiento me causó algo de gracia, así que no pude ocultar una pequeña sonrisa que se formó en mi rostro lleno de cansancio, él al parecer lo notó, y me regaló una pequeña sonrisa para finalmente terminar con lo que colocaba en mi mano.
Después de eso, [Gongyi] guardó el botiquín y se despidió cortésmente, -al parecer nuevamente me quedé solo-. . . Solo, en esta mansión que compró Binghe hace un año y medio, porque los vecinos empezaron a escuchar unos de sus tantos gritos y golpes, y a veces algunos sollozos pertenecientes a mí; empezaron a llamar a la policía o a llegar al departamento a preguntar sobre qué era lo que pasaba.
Una de las que más se preocupaban por mí, era una señora llamada Zhao¹ Li², a pesar de vivir un piso más abajo del mío. Una que otra vez llegaba y me traía distintos postres. Ella es una mujer bella como su nombre lo indica. Al verme y hablarme tenía un afecto maternal que hacía que entrara en confianza rápidamente, además de hacerme sentir tranquilo. Es una de las tres personas que saben de los maltratos de Binghe: Avión, al ver mi rostro hinchado por el primer golpe que recibí de parte de mi esposo; luego sigue ella, la cual me aconsejó cientos de  veces que me separara y que viviera mi vida; la última persona, soy yo. Bueno, no hay que hablar del pasado.
 
El día de ayer he quedado con Qinghua sobre ir al centro comercial, al parecer ese se ha convertido en nuestro lugar para encontrarnos, pues en estos dos (casi tres) años nos hemos estado viendo allí mismo, pero al parecer hoy no solo iremos a tomar o comer algo en el pequeño café que hay dentro. Hoy iremos de compras, porque según él, mi ropa ya está demasiado pasada de moda y ya parezco de esas personas adultas que intentan encajar con los jóvenes, en serio, ¿qué es lo que sabe él sobre guardaropa si yo fui quien le ayudó a renovar su clóset lleno de ropa de un solo color? (De verdad, ¿cuál era su obsesión con el amarillo?), ahora gracias a mí ya viste más decente y no parece un campo lleno de girasoles andante. Aunque, ahora que lo pienso, creo que él solo quiere distraerme. . .pero, sinceramente, siento mucho pesar y cansancio como para ir. . . Suspiro Que puedo hacer, yo le había prometido ir junto a él   así que debo cumplir mi palabra.
 
Dejé la silla en la que estaba sentado y me acerqué al baño, miré mi rostro, lo más notable eran aquellas bolsas negras que colgaban de mis párpados; algo más que se podía notar, es mi cuello con una que otra marca de los gruesos dedos de Binghe, hace 2 semanas recuerdo que llegó ebrio, y apenas abrí la puerta se aventó hacia mi y me empezó a ahorcar como si fuera algún tipo de maleante, en ese momento llegó mi salvador, uno de los ayudantes personales de Binghe, el cual lo tomó por detrás, y gracias a eso, él cayó dormido repentinamente; ahora que lo pienso, ese joven de ojos castaños y cabello negro me ha salvado muchas veces de mi cónyuge, debería agradecérselo, cada vez que me salva solo se va, y yo en esos momentos de miedo solo me quedo mudo.
 
Luego de haberme quedado pensando en el espejo del baño, salí de ahí y me dispuse a vestirme; me vestí como usualmente lo haría, aunque me tomé un par de libertades, pues me puse un jean negro y una polera mostaza, junto a unas zapatillas blancas. Así salí de la mansión, tomando mi cartera con las tarjetas de crédito y mi teléfono, eso es lo único que necesitaré al final de cuentas.
Llamé a un taxi negro de lunas polarizadas, me puse mis lentes de borde dorado y entré al vehículo. Después de un intervalo de 20 minutos, llegué a mi destino, el centro comercial.

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Lamento la espera.

Actualización : viernes 24.

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𝑨 𝑽𝒊𝒄𝒕𝒊𝒎 𝑶𝒇 𝑨𝒔𝒔𝒂𝒖𝒍𝒕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora