Capítulo 9

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Resumen del capítulo anterior: Tanjiro y Kanao salieron a un viaje alejados de la ciudad donde viven para que nadie de la empresa donde trabaja Tanjiro los descubra.

- ¿Kamado? - una voz detrás del peliburdeo lo llamó.

- ¿Eh? - el peliburdeo reconoció aquella voz.

- Pero si es mi muchacho JAJAJA!! - el extraño comenzó a reír.

- ¡¡Señor Rengoku!! - el peliburdeo exclamó alegre al verlo.

La ojilila estaba confundida.

- Mira Kanao, te presentó al señor Rengoku, el era mi mentor cuando me uní a la empresa en la que trabajo ahora.

- Hola, yo era su mentor! - Saludó amistosamente.

- Es un gusto. - la ojilila hizo una pequeña reverencia.

- Lastimosamente lo trasladaron a otra sucursal de la empresa que esta en otra ciudad. - comentó Tanjiro.

- Ya veo, que mala suerte. - respondió la ojilila

- Pero esta bien!! Debes en cuando me encuentro con Himejima Y Kokushibo!! Además todos en la sucursal son muy amables.

- Es bueno saber eso, Hakuji-san extraña salir a correr con usted, dice que no es lo mismo así que yo trato de competir contra él para que no se deprima tanto.

- JAJA Hakuji siempre fue muy competitivo, espero poder saludarlo  en su boda.

- ¿Y que esta haciendo aquí Señor Rengoku? - pregunto curioso.

- Vine junto a Iguro, Mitsuri y mi hermano menor, Mitsuri quería relajarse en los baños termales y yo quería explorar los serros de por aquí junto a Senjuro.

- ¿Y Iguro-san? - pregunto el peliburdeo.

- Mmmm no lo sé muy bien, no parecía emocionado por los serros

- Ya veo jejeje

- Entonces Kamado ¿Estas de vacaciones? - pregunto el rubio de puntas rojas.

- Jeje a-algo así. - el peliburdeo rió nervioso.

- Mmmm?

Tanjiro le explico su situación a Rengoku.

- Mmmm ya veo, entonces por culpa de ese pervertido te suspendieron.

- Si, por eso me haría un gran favor si mantiene el secreto de que me vio fuera de casa. - dijo Tanjiro

- En realidad yo fui la culpable de que eso  sucediera. - dijo la ojilila muy apenada.

- No te preocupes pequeña, estoy seguro que el joven Kamado no lo pensó dos veces para ir a ayudarte así que no te culpes, pueden estar tranquilos porque guardaré el secreto. - el rubio de puntas rojas le dio unas palmadas en la cabeza a la ojilila como si esta fuera una niña.

- Fue un gusto verlo Señor Rengoku. - el peliburdeo se despidió.

- Lo mismo digo Joven Kamado, espero verte pronto y saludame al joven amarillo y al joven inohashira. - el de puntas rojas se despidió también para después irse hacia una tienda.

- Muy bien Kanao, ¿ahora que hacemos? - preguntó el peliburdeo.

- Bueno, supongo que deberíamos ir a ver el lugar donde vamos a hospedarnos.

- Bien, ¡andando! - exclamó el peliburdeo emocionado a lo que Kanao sonrió divertida.
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