xi. lovely

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Jeremy pensaba que los niños eran geniales hasta que eran tuyos. Pero también pensaba que él sería un buen padre.
Todo eso se fue al caño después de trabajar en Freddy's, los niños son monstruos por naturaleza. ¡Son muy crueles! Y eso es culpa de sus padres, ¡Son tan imbéciles!

Pero ya faltaba una hora para que termine su turno, y la cantidad de clientes comenzó a bajar, paseó por las mesas recién abandonadas y tomó una caja de pizza con algunas rebanadas que sobraron.
Con la merienda improvisada en manos fue a observar los dibujos que hicieron los pequeños demonios en la semana; los más viejos los guardan en cajas, en biblioratos ordenados por nombre y fecha.
Había algunos de su Mike también, porque a este le parecía gracioso que estuvo decorando los murales con dibujos suyos por años y nadie se dio cuenta de que no fueron hechos por un infante.

Uno de estos estaba pegado casi al lado de la puerta de la oficina, era de Foxy y Freddy dibujando en una pizarra (o por lo menos eso era lo que Jeremy entendía)

ㅡ Hola, mi Rey, ¿Qué haces? ㅡ Saludó a Michael, con un beso en la cabeza y palmadas en la espalda, se sentó a su lado, poniendo la pizza en el escritorio, un poco alejada del trabajo de su novio.
Michael le saludó con una sonrisa nada más.

ㅡ Reparo algo- Papá me pidió que vea a Bonnie, se le safaron algunos tornillos- literalmente-- ¿Qué haces tú?

ㅡ Como, como siempre... Ya me cansé de trabajar ㅡ Tiró su cabeza hacia atrás para ilustrar su cansancio mientras trataba de alcanzar un trozo de la comida fútilmente, Emily giró su silla, le pasó una rebanada; aprovechó la pausa para estirarse y se recostó por él, descanzando su cabeza en el cuello de su pareja.

ㅡ Yo también. ㅡ Respondió el ojiazul, plantando un pequeño beso en la piel expuesta del moreno, haciendo que sus pelitos se ericen.

ㅡ Sabes, nunca pensé que comer pizza de cartón en una oficina con treinta grados de calor sería tan romántico.

ㅡ Porque no lo es ㅡ Sonrió Mike ㅡ Me estoy muriendo de calor y eso que ya estoy sólo con remera.

ㅡ Puedes quítartela- ㅡ Irrumpió Jeremy sin pensar y se dio cuenta rápido de que fue así, así que entre mordiscos decidió explayarse un poquito más.
ㅡ Digo- un, eres hombre y estás en tu casa... más o menos...

Pero el castaño esquivó sus palabras siendo honesto y reflejando que de verdad le chupaba un huevo.
ㅡ No quiero, no me gusta, y no es mi casa, Jere.

ㅡ Pasas más tiempo aquí que en tu hogar de todos modos ㅡ Reprochó, Michael volvió a esconderse en su pecho en vez de continuar la discusión.

Jeremy ahí sí estaba en lo correcto. La pizzería ya era un segundo hogar.
Siempre fue un segundo hogar.

Pero ahora estaba bien con eso.

Ahora tenía todo lo que podría pedir, digamos.
Familia, amor, estabilidad emocional... más o menos.
Ya sentía ser egoísta pedir por más, o necesitar más, su estúpido cerebro dice que necesita más.
¿No puede estar conforme una maldita vez?

Una punzada atacó su cabeza, tuvo que soltar el destornillador y cerrar los ojos (consciente de que lo hizo muy fuerte y tenía el ceño fruncido pero no le importaba en ese momento); esperó que el pequeño ataque de dolor se quede en eso nada más.
Pero, hacía calor, ya estaba en remera, estaba sudando y el olor de la pizza le daba naúseas.
Muchas comidas le daban naúseas, pero sobrevivir de pizza por años le daba un filo único a esa comida en particular. La comida que se sirve donde trabaja, que se sirve donde su padre trabaja.
Recuerda cuando, realmente, lo mejor de que venga su padre no era su llegada, sino, que traía una o dos pizzas frías.
Recuerda pasar horas en Fredbears alimentándose de las sobras, que los trabajadores le daba porque él rogaba por ellas.

ㅤㅤㅤㅤ─❨✧❩ Broken ー Jeremike ☁️;.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora