ㅤㅤㅤㅤ─❨✧❩ Broken ー Jeremike ☁️;.

viii. The red stain

Fueron caminando; porque no había auto y no estaba lejos.
La pizzería estaba cerca del centro comercial, que estaba cerca de su casa y la oficina de policía. Conocía ese lugar tan bien como recuerda esa horrible mancha roja.

Cuando vió la gastada imagen de lo que solía ser Fredbear su corazón volvió a su lugar, pues estaba saltando de un lado a otro antes de llegar, haciendo del camino un esfuerzo más grande de lo que solía ser aquellos años donde corría ida y vuelta del lugar varias veces al día.
Caminó hasta la puerta; posando su cabeza sobre ella para respirar, Jeremy lo seguía con cautela, pero paró unos metros atrás.

ㅡ Oh, yo solía venir aquí...

Oh, demonios.

Recuperó el aliento y buscó la puerta trasera ignorando las palabras de su acompañante.
Sacó una hebillita y forzó la entrada.

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ㅡ Woah... No- No hay nada.

Michael no lo podía creer, pero tenía que obligarse a hacerlo.

Pues claro que dejarían Fredbear's vacío, no había nada que salvar, tuvo que haberlo sabido desde que vió los arcades en la sala de partes y servicio del nuevo local.
Dejó de ver las inertes paredes y siguió con los ojos a Jeremy.

ㅡ Esto es Fredbear's, ¿Verdad? Recuerdo venir de chiquito, recuerdo que aquí estaban los juegos...!

Michael caminó hacia él, despacio, evitando ver sus propios pasos y encontrarse de vuelta con manchas de sangre... ¿Serían acaso lo único que quedaban?

ㅡ Recuerdo tratar de tener el mejor récord en uno, pero aunque estaba en segundo lugar, el primero me pasaba por muchísimo... ㅡ Alargó la última palabra y se detuvo donde ese mismo juego solía estar, claro que él también recuerda su lugar ㅡ Creo que se llamaba Mike, o algo así...

Mike asintió.

ㅡ Sí, ese era yo.

Fitzgerald se dio la vuelta y le sonrió.
Tenía una sonrisa tan suave y sincera, le era imposible dejar de verla.

ㅡ Estábamos destinados.

Michael se sonrojó.

Trató de disimular poniendo sus ojos en el escenario, ahora vacío, sin siquiera decoraciones atrás. Jeremy corrió hacia él cuando casi se tropieza, y lo siguió hasta quedar frente la escena, tratando de observar lo mismo que él; pero sólo se encontraba con las paredes, cuya pintura se caía a pedazos.
Sabe que ahí solían estar Fredbear y Springbonnie, pero en vez de las mascotas sólo había una mancha en el proscenio, aunque ya no podía descrifrar de qué era, la mancha seguía hasta llegar al suelo, donde desaparecía casi por completo.
Había una pequeña cruz clavada al borde, su paño era de color celeste.

ㅡ ¿Se ve mal? ㅡ Susurró el castaño.

ㅡ ¿Qué cosa?

ㅡ El- el piso.

Lo miró a él y luego sus pies, el piso tenía una suave capa de polvo, pero aún así estaba más limpio de lo que hubiera estado incluso en los días más tranquilos.

ㅡ Oh- Uh, no realmente...

Michael asintió, tomó su brazo, lo apretó con fuerza y bajó la mirada.

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Henry conducía hacía el cine, pasando por el camino más corto, que era a través de Fredbears y la casa de los Burke- No puede usar este camino cuando está con Mike.
Bajó la velocidad cuando pasó por la pizzería abandonada, y notó la puerta semiabierta.

Paró el coche y bajó a investigar.

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ㅡ Entonces- Todo eso es cierto...

Michael asintió, limpiándose las lágrimas antes de que se deslicen por sus mejillas.
Jeremy se quedó mirando el suelo, y sabía que estaba observando la mancha, pero no podía leer que pensaba.
Seguía limpiando su rostro cuando él se acercó y apoyó sus manos sobre sus hombros, dándole la opción de alejarse si quería, pero el tacto hizo que liberara tensión que no sentía haber acumulado hasta que ya no estaba ahí.

Se apoyó por él dejando sus lágrimas caer libremente, o por lo menos eso planeaba, pero fueron secadas por el moreno, que pasó un pulgar por su mejilla, del lado contrario de su cicatriz.
Su pecho se apretó y aunque quizo separarse, apoyó su cabeza por la mano y rezó para que no se aparte de él.

ㅡ Tenía que contarte-  ㅡ Susurró, su voz saliendo quebrada, tan fina como un hilo y tomó una pausa para darle forma a la idea que tenía en su cabeza, esa cosa difusa que le dijo que haga esto ㅡ Me... di cuenta de algo y-- y sé que no va a funcionar si no- no me conoces...

Dejó de llorar pero mientras deshilaba el nudo en su cabeza se enredaba uno en su garganta, Jeremy trataba de consolarlo pero sus caricias no funciaban de nada, sólo atontaban a su cerebro.

ㅡ No va a... funcionar si no tienes la más mínima explicación de mis problemas, ¿Sabes?

El moreno asintió, al fin separándose y dejándolo respirar; pero no decía nada aún.

ㅡ Por eso actúo tan raro, hablo tan mal... Por eso digo que no estás obligado a hablarme.

Su garganta se cerró por completo y cerró los ojos.
Se dejó llevar por la calidez y firmeza de los brazos extraños y aceptó el abrazo.

ㅡ No estoy obligado a nada. Me siento bien estando contigo, Mikey...

Jeremy tragó saliva, pero sabía, que aún era un cobarde.
Cerró los ojos también, hasta que escuchó un crujido y miró hacia la puerta.