6. the last letters

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He escrito tantos cientos de veces letras para tí, yo diría que un millón de ellas, y todas esas veces desee inmensamente hacerlo, independientemente de si era felicidad o pena lo que me movía a ello, todas esas veces escribí con pasión, excepto esta vez. Mis extremidades se sientes adormecidas y débiles, pero esta vez no es una sensación agradable como una de las tantas noches que jugamos a hacer el amor. No quería escribir una palabra más, no quiero escribir esto, golpear las letras del teclado en este momento no es arte, ni es placer, simplemente es enterrar completamente mi pasión por las letras, por el arte, por el mundo y lo único que llegué a amar. Esta es mi última carta, y ojalá pudiera explicarte en ella tantas cosas que no sabes, tantas cosas y otras muchas más que me han quitado el sueño por tantas noches de forma amarga y angustiante, valdría totalmente la pena no volver a escribir una sola letra, si pudieras perdonarme por la cobardía inmensa de no decir la verdad, por no tener el egoísmo suficiente para pedirte lo que era necesario aunque te matara de tristeza la realidad, perdóname por culparme, mentirte, fallarte y tratar de alzar sobre mis hombros el mayor tiempo posible tu felicidad. Ojalá me perdones porque salió mal, lo supe hoy cuando dejé solo en el mundo a quién más quiero, pero al menos le dejé alguien a quien odiar, maldecir y culpar, al menos lo liberé de la impotencia, de la aceptación, del conformismo y de la verdad. Me quedé tan corta de palabras, me quedé corta de tantas cosas, quizás en otra vida pueda ser tu chica, quizás en otra vida no exista el espacio entre nosotros, quizás en otra vida pueda sostener tu mano hasta el final, quizás en otra vida no dudes ni por un momento de mi corazón. Amor, no voy a dedicar un segundo más a recordar cada momento que vivimos juntos, no quiero que las cadenas de mis palabras te hagan retroceder otra vez. Finalmente y después de todo, bendito el día que cruzamos palabra, sagrado el tiempo que compartimos, nada ni nadie se parece a tí, mi único amor, dejaré las letras donde dejé el corazón, siempre contigo, un día te pedí en una carta muy antigua, que descubrieras por mi que es el amor en sí, parece que lo hice antes que tú, en 416 palabras, el amor es un frío y roto adios, y un soplo de vida a uno de dos. Espero verte por ahí, en otra vida y en otro tiempo, y para ese entonces, ser lo suficientemente egoísta para hacerte esperar un poco más para decir a dos centímetros de tu piel, que no hay mundo que cubra lo que siento por tí.

El Nombre De La Poesía©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora