Sirius Black

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—te prometo que a mí lado serás completamente feliz.

—Te amo.

—cuando salgamos de Hogwarts tu y yo viviremos juntos tendremos un perro, hasta de pronto un hijo, si tu quieres

—Soy la persona más feliz a tu lado.

Sirius no es muy de expresar sus sentimientos con palabras, el es muy detallista y cuando decía este tipo de cosas, las decía en momentos especiales, lo que de verdad me hacia creer que las sentía.

Sirius y yo quedamos de vernos en la torre astronómica, a ver estrellas, planetas y comer nuestra comida favorita.

Cuando estoy por subir a la sima de la torre, logré escuchar algunas cosas que me rompieron el corazón

—no se que haces con esa chica, Black  tu me amas— era Marlene una vieja "amiga" de Sirius

—tu eres divina Marlene, y nuestras escapadas para tener sexo son realmente fascinantes pero yo  amo a T/n— dijo mientras la besaba.

Quedé pasmada, mis ojos se cristalizaron, no sabía que hacer o decir, tenía mucho miedo de perderlo, lo amaba nunca entenderá el dolor que me produjo, sentí ganas llorar, me tape la boca para no hacer ruido y baje la escaleras

Las lágrimas corrían por mis mejillas, parecía una pesadilla, una interminable, ¿Porque? ¿Yo había echo algo mal? ¿Deje de interesarle? ¿Fue mí culpa?

Preguntas cómo estás pasaban por mí cabeza estaba llena de culpa, resentimiento y rabia, en toda la noche no dormí nada, solo pasaba por mi mente esa escena una y otra vez, y cada vez sentía que era mi culpa, por no ser suficiente, por no ver que me estaba engañando, por ser una estúpida.

Después de esa noche, no vi a Sirius en toda la mañana, y no me interesaba, simplemente no quería saber de el.

—nena! Por fin te encuentro, porque no llegaste a la torre astronómica?—dijo intentando alcanzarme, al escuchar su voz mi corazón se acelero, de nuevo apareció ese nudo en la garganta, que al parecer no te deja respirar y solo pudo salir de mi boca:

—Black déjame sola—a este punto mí voz se entrecorto, el noto que estaba realmente mal

—nena, dime qué pasó? te hicieron algo?— hasta parecía que realmente le importaba

—por Merlín Sirius como creíste que nunca me iba a dar cuenta de tus engaños — vi como los colores desaparecían de su cara, quedando pálido y su cara cambio por completo a una de culpa.

—de que hablas?— dijo con mucho nerviosismo en su voz

-deja de hacerte el idiota, tu sabes de lo que hablo, tus escapadas con Marlene para tener sexo y que te resultan fascinantes no?- dije con ironía, no supo que decir me quede esperando una excusa, o respuesta, después me di cuenta que no la obtendría, después de todo era un idiota.

One shots (Merodeadores) pedidos abiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora