Seis

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—En tus manos y rodillas —ordenó Ohm

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—En tus manos y rodillas —ordenó Ohm. Y Fluke obedeció de inmediato, poniéndose de rodillas sobre los cojines del sofá, bajando el pecho contra el material mullido y elevando el culo, presentándose ante el alfa, con el culo expuesto, brillante por el lubricante que salía a borbotones, deslizándose entre sus muslos e impregnando el aire de su aroma floral.

—¿Así, alfa?

—Justo así, Omega.

Ohm se acomodó detrás del Omega y acarició la parte externa de los muslos, arrastrando las garras aún expuestas sobre la impecable piel, dejando marcas de arañazos desde la cadera hasta casi la altura de las rodillas. La tonalidad rosada se veía hermosa en la piel del Omega. Rosáceas líneas que le dirían a cualquiera que se atreviera a mirar, que Fluke había sido follado por un verdadero alfa.

Dio una palmada en la nalga izquierda y disfrutó de ver la piel tensa, rebotando con el golpe.

—Habla Omega ¿Cómo lo quieres? —preguntó Ohm.

—Duro, alfa. Quiero que me folles duro, que me tomes por el pelo y me hagas sentirte. Que me des tu polla, tu semen.

—Tengo lo que quieres pequeño gatito ¿Lo quieres, de verdad? ¿Quieres a este lobo?

El Omega gimió cómo única respuesta y se dio vuelta, elevando las piernas para dar lugar al alfa.

Ohm se cernió sobre el cuerpo de Fluke, frotándose sobre su cuerpo, dejando su aroma a madera mezclarse con el de las rosas. Más tentador, más potente. Y se dejó ir a la deliciosa boca nuevamente, mientras de una única embestida llenaba el agujero del pequeño Omega debajo de él.

—Hora de jugar, Fluke.

Advirtió, antes de comenzar un ritmo duro y sin compasión. Metiéndose hasta el fondo en el apretado culo de Fluke. Follando el caliente pasaje en embestidas despiadadas, mientras el Omega lloraba y maullaba por más.

Más duro, más salvaje, más y más.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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