Final

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Desde que percibió el aroma a sándalo del alfa y lo sintió pegarse a su piel, Fluke lo supo

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Desde que percibió el aroma a sándalo del alfa y lo sintió pegarse a su piel, Fluke lo supo.

Este era su alfa, al que se sometería de ahora en adelante.

—Oh, dulce Omega. Mírate. Tan puta por mi polla que te corriste solo por tenerme profundo en tu garganta. Quiero que te corras así cuando te anude y te llene tanto de mi esperma que escurra por tu culo.

Fluke gimió.

El vocabulario sucio lo ponía a mil, haciendo que su propia polla gastada se crispara.

Ohm sacó su gorda polla de su boca y Fluke se inclinó persiguiéndola, pero el alfa no se lo permitió. Lo puso de rodillas contra los cojines y se dejó ir hasta el fondo, de nuevo, en su apretado agujero, deseoso y codicioso por las promesas que el alfa acababa de hacer.

Necesitaba ese nudo, que lo mantuviera quieto en su lugar mientras era llenado hasta el borde y luego sentir el calor escurrir por sus muslos.

Sintió de nuevo las garras del alfa clavarse en sus caderas y escuchó el bajo aullido del lobo dentro de su pecho.

—Ohm —jadeó sin aliento. Tan necesitado y febril por ello, que dolía.

Sintió una palma chocar contra su nalga izquierda, el crujido de la carne siendo golpeada bajo la mano grande del alfa y la fricción de sus propias bolas contra las del alfa encima suyo, que lo montaba como si fuera un jinete.

—¿Cómo me llamaste?

—Lo- lo siento, alfa.

—Eso es. Mi dulce chico. Mi Omega.

—Tuyo, alfa —acordó, sin aliento.

La espalda de Fluke se arqueó casi involuntariamente, cuando el alfa le jaló por el pelo como si tomara las riendas y cabalgara sin rumbo. Su trasero al aire, sus pezones expuestos al frío y su culo siendo llenado, sintiéndolo hasta lo profundo de las entrañas.

Gimió y gimió. Desesperado, rogando, suplicando. No sabía exactamente qué, pero imploraría por lo que fuera que Ohm, su alfa le quisiera dar.

Recibió cada embestida, cada golpe a su próstata y cada caricia a su útero con gozo, con el placer bullendo en sus venas, de la misma forma que sabía, el alfa detrás de él lo sentía.

Entonces, otra vez. Otro orgasmo lo golpeó con fuerza, hasta que sintió que se desmayaba por la dicha que sintió abrazarlo, cuando el nudo en la base de la polla de Ohm se expandió hasta el límite y los colmillos del lobo le desgarraban la piel entre el hombro y el cuello.

Quizás, sólo quizás, lloró y maulló un sollozo excitado al sentir el placer y el dolor de su orgasmo mezclado con el del alfa y el vínculo que se creaba entre ellos. Le excitó aún más que el alfa, su alfa tomará lo que le pertenecía sin pedirlo. Tomándolo como suyo por derecho propio. Sometiéndolo a él en todos los sentidos.

Fluke sabía desde que sintió la presencia de Ohm en el club, que estaba frente a su alfa destinado y sabía que este le daría todo lo que necesitaba.

El placer, la perversión y la protección que solo un alfa le da a su omega.

—Alfa —susurró, contento y extasiado.

—Mi Omega —le respondió Ohm, acariciando tiernamente su espalda y repartiendo besos por su cuello, después de lamer la herida de su mordida—. Mi compañero.

—Tuyo.

Fluke y Ohm se acurrucaron en el estrecho sofá, unidos donde la polla de Ohm que aun palpitaba muy dentro de su agujero. descargando chorro tras chorro de semen, tan dentro de Fluke que podía sentirlo encajado en la entrada de su matriz.

Ohm había encontrado la presa perfecta y Fluke pertenecía ahora a una bestia capaz de satisfacer sus impulsos.

Una noche en un club donde se reúnen aquellos que no son completamente humanos, pero que también llevan un animal por dentro. Destinados a cruzarse en sus caminos y unirse más allá del cuerpo, en sus almas.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Muchas gracias por leer!!!

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