Capitulo 2

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Cuando despertó al día siguiente se sentía congestionado y afiebrado. No era para menos, aparte del dolor que sentía en su parte baja y en su hombro izquierdo, donde observó un gran moretón violáceo.

-¿Kyle?- preguntó su madre asomándose a la habitación, ya que le había llamado la atención de que su hijo mayor aún no fuera a desayunar- ¿Estas bien?

  Intentó moverse, pero el dolor en su parte baja le hizo sacar un quejido que intentó ocultar entre sus labios.

-Ahora... salgo...- le contestó con esfuerzo mientras intentaba sentarse en la cama con esfuerzo.

  Su madre no dijo nada, como siempre y solo se fue nuevamente a la cocina a terminar los desayunos.

  Por lo menos él se alegraba de que aquel ser indeseado trabajaba bien temprano y cuando él y sus hermanos se levantaban ya no estaba por los alrededores para joderles la existencia.

  Se arrodilló frente a su cama y con esfuerzo logró levantar el colchón de la misma, sacando de debajo de ella, unas pastillas para el dolor y el resfriado. Las había ocultado ahí para que nadie se las tomara y dado que siempre él era el que hacía la cama de todos, nadie sería capaz de saber de la existencia de ellas. Tambien guardó el dinero que había recibido, porque después de todo, cada mes le daban el dinero del "trabajo" que tenía.

  Se tomó una cuando logró ingresar al baño con un vaso de agua. La garganta le picaba y si seguía así caería en cama, lo estaba viendo, así que se anotó mentalmente pasar por una farmacia por más medicamentos y tambien algo para la garganta a la salida de la preparatoria.

-¿Estás seguro que irás con esas pintas?- le preguntó su hermana cuando ingresó a la parte del living comedor.

  La fulminó con la mirada y como pudo se sentó en la mesa. Le dolía horrores.

-¿Por qué caminas como pato K?- le preguntó su hermana de cinco años.

  Holly se atragantó con la comida y escupió parte de la misma sobre la mesa, para luego reírse.

  Kyle la fulminó con la mirada, pero luego miró a su hermana pequeña.

-Por nada Rose- le contestó con una leve sonrisa en su rostro y la subió a su regazo mientras tomaba el desayuno- ¿Ya has desayunado?

  La niña, apenas consciente de lo que sucedía a su alrededor, asintió con la cabeza y una sonrisa en el rostro. Le gustaba mucho que su hermano la sentara sobre su regazo mientras desayunaban.

  Cuando todos terminaron de desayunar, Kyle ayudó a su madre con el pequeño Ashton antes de irse todo hacia el colegio y jardín donde iba Rose.

  Todos saludaron a Rose y continuaron su camino, hasta que dejaron Chase y Ashley en el colegio.

-Hoy los pasaré a buscar yo- dijo Holly mirando a sus dos hermanos, los cuales asintieron y miraron a su hermano mayor.

-¿Por qué no nos buscarán ambos?- le preguntó la menor del momento; Ashley, quien miraba algo entristecida a su hermano, pues desde hacía ya bastante tiempo que parecía que su hermano mayor poco pasaba en la casa.

  Kyle miró a Holly y luego a su hermana.

-Tengo cosas que hacer- le contestó encogiéndose de hombros, intentando restarle importancia.

-Nos vemos a la salida niños- les dijo Holly despidiendo a sus dos hermanos con un beso en la mejilla y continuaron camino hacia la preparatoria- Están empezando a creer que no los quieres- le comentó su hermana una vez que se encontraban ya lejos del colegio de sus hermanos.

-¿Por qué dices eso?- le preguntó Kyle algo extrañado, girando levemente su rostro hacia ella.

-Porque pasas más tiempo fuera que en casa.

-Sabes que no lo hago para andarme de fiestas- le contestó él algo molesto y colocó sus manos en los bolsillos- Tampoco me gusta.

-Y déjalo entonces- le contestó Holly encogiéndose de hombros.

-¿Y quién va a pagar todo?- le preguntó fulminándola con la mirada- Nuestra madre está en casa siempre cuidando a Ashton y haciendo la limpieza, cocinándonos y atendiendo a ese cretino que lo único que sabe hacer es emborracharse y quejarse de todo. Lo que aporta a la casa es una miseria porque lo demás se lo gasta en bebida. Tú tienes un trabajo a medio tiempo que ayuda, pero somos seis hijos para nuestra madre y seis es mucho contando las matriculas del colegio, la ropa y demás cosas. Ashton crecerá dentro de poco, Rose lo está haciendo, Ashley aún le falta tambien y a Chase tambien. Dime ¿cómo crees que podríamos llevar todo sin el dinero que llevo?

-No voy a comentar nada acerca de las matriculas porque sé lo que has hecho y si nuestra madre se entera de ello le dará un infarto, pero ¿es necesario que lo hagas... con todo el que se te cruza?

-Es dinero.

-¡Es tu cuerpo lo que vendes!- exclamó algo exasperada, porque no le agradaba nada en absoluto que su hermano hiciera lo que estaba haciendo.

-¿Y?

-¡Joder! Sí que eres imbécil- comentó furiosa y se acomodó la mochila mejor sobre su hombro para dejar a su hermano atrás.

  Tener una conversación con él acerca de aquello era inútil y enervante.

  Kyle lo sabía. Sabía que su hermana no estaba a favor de lo que hacía, pero tambien entendía que no había otra solución más que esa. Un empleo como el de ella no daría nada para todo lo que se necesitaba en la casa. Holly lo sabía y había intentado por muchos medios de que Kyle dejara todo aquello, pero nunca había logrado llegar a la suma que él ganaba con un trabajo decente.

  Él continuó caminando a su ritmo, porque después de todo, aun sentía dolor en su parte baja y en otras partes de cuerpo, donde se había descubierto algunos hematomas.

  Estaba cansado y lo último que quería era tener geografía con Miss Simpatía, como él la llamaba, ya que la mujer de mediana edad era más amarga que el café. En mitad de la clase se quedó profundamente dormido, siendo reprendido y enviado a la dirección. Y eso que debía no dormirse para no tener que ir allí.

-¡Joder!- exclamó más para él mismo que para cualquiera que pasar por allí en horas de clase, los cuales eran pocos.

  Se encontraba a centímetros de la puerta que lo conducirían a la dirección, donde estaba ese ser, porque humano no era, que le desagradaba completamente, aún más que la misma profesora. Ya que aquel hombre le recordaba demasiado a su padrastro, lo cual era una muy mala señal.

  Inspirando profundamente y con toda la paciencia que intentó juntar, con sus nudillos, llamó a la puerta esperando una respuesta, la cual llegó antes de lo que él quería que llegara.

  Ya sabía cómo iba a ir a la mano allí y no le agradaba.

The other half [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora