Capitulo 1

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Espero que disfruten de esta historia como lo hacen con las demás n.n



  Su cuerpo estaba levemente alejado de la pared de ladrillo que tenía frente a él, y en donde tenía apoyado su pecho y rostro, los que poco a poco iban marcándose. Tenía frío y sabía que si no pescaba una pulmonía le andaría cerca.

  Las embestidas del hombre que se encontraba detrás de él eran cada vez más deprisa. Estaba por terminar, incluso con sus jadeos y gemidos que ahogaba en su hombro, el cual aseguró que al día siguiente le dolería horrores, estaba más que claro que terminaría pronto. Y eso era lo que quería. Quería irse de allí por aquella noche, ya no aguantaba más aquel lugar oscuro, lleno de lujuria y sexo.

  Las manos del hombre comenzaron a apretar en sus caderas, y jadeó, más por el dolor que le proporcionó en la zona que por haber llegado al éxtasis de aquel acto que poco le satisfacía.

  Siempre se había preguntado cuándo había sido que había terminado de aquella manera. Cuando había sido que se había entregado de aquella manera, pero la respuesta le llegó en breves segundos, con solo una palabra. Su padrastro.

  Incluso aquello le recordaba al cuento de cenicienta, con la diferencia de que lo usaba más para sexo que para que hiciera los quehaceres de la casa. De eso ya se ocupaban sus dos hermanas y su madre. O mejor dicho, su madre, la cual era obligada e incluso violentamente maltratada a hacer lo que ese hombre pedía. Su hermana por su parte, de quince años, ayudaba a su madre en todo lo que podía, mientras que la otra, la de apenas nueve años, poco podía entender de toda aquella situación.

  Su padrastro había comenzado a violar de él, porque comprendió que con él no corría el riesgo de dejar lo embarazado. Era naturalmente imposible y dado que ya había tenido dos hijos con su madre y que su madre parecía fértil, no quería tener más hijos, porque eso significaba más bocas que alimentar.

  Su vida era una mierda y lo sabía perfectamente. Seis hermanos, contándolo a él, en el paquete, no eran lo que más había deseado en su vida y menos aún, tener un padrastro como el que tenía.

  Su padre biológico se había ido cuando su madre esperaba a su hermana de nueve. "Voy a comprar cigarrillos" había dicho. Hasta a él le había causado gracia aquello. La típica frase, con la que luego, nunca vuelven.

-Mmm... Tan apretado como siempre...- gimió el hombre mientras continuaba con sus embestidas luego de que él se corrió.

  ¿Cuánto le faltaba? Se preguntó mientras sentía como poco a poco aquellos ladrillos le dejarían una notable marca en su rostro y pecho. Esperaba que se fueran por la mañana porque la verdad era que no tenía ganas de explicar qué había sido lo que había sucedido.

  Nunca había culpado a su madre por lo que le sucedía. No podía hacerlo, porque después de todo, la primera vez que había sucedido, su madre intentó impedirlo y un mes de internación fue lo que se ganó.

  Su madre no podía dejar a aquel hombre y no podía hacer nada contra él. Después de todo, él era el que los mantenía porque su madre no trabajaba y aunque había tenido empleos, poco le habían durado gracias a la cantidad de hijos que tenía.

-Voy a...Mmmm.... Aaaa....- gimió el hombre mientras él sentía cómo se enterraba profundamente dentro de su ser. Cómo hacía cada vez que se corría dentro de él. Claro, con protección.

  Cuando la respiración del hombre detrás de él se calmó parcialmente y abandonó su cuerpo, se volteó, estirando la mano para recibir su paga.

The other half [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora