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Era un lindo día dentro de las instalaciones de la Legión de Reconocimiento, por suerte no era un día con muchas tareas, si bien los cadetes sabían que dentro de unas semanas iba a haber una expedición, no había mucho que hacer, solo quedaba esperar y prepararse mentalmente para lo que para muchos podría ser la última.

Habían cadetes sentados en cajas, otros en el comedor jugando juegos de mesa o conversando y unos entrenando. Pero de entre todos ellos había un cadete que resaltaba.

Yrisha Grissen, el segundo mejor del top 10 de su tropa, hacía 2 años que se encontraba en la legión, pero aún así, no muchos sabían algo de él, ya que era "muy tímido" podrían decir muchos, que no solía hablar mucho, ya eras algo afortunado si escuchabas su voz.

Algunos llegaron a ponerles apodos un poco raros, por su apariencia, como "blancanieves" "la princesita de la legión" "el fantasma" hasta la "muerte blanca", aunque no le importaba mucho los otros, a veces se sentía incómodo con el último, pero tendría que aceptarlo, era un buen soldado, osea quedó segundo, eso algo tenía que valer por favor...aunque solo él fue el que decidió unirse a la Legión, seis eligieron la policía militar y el resto las tropas estacionarias. Aún así, no se arrepentía de su elección, pues sentía que en algún momento no tan lejano llegará nueva ayuda para la legión, no sabe por qué pero lo presentía.

Y allí estaba, saliendo de la habitación que compartía con unos compañeros después de organizar sus cosas y doblar su ropa, se encaminó por los pasillos cargando con un libro sobre aves, era unos de sus hobbies, estudiar y seguir aprendiendo sobre la naturaleza, especialmente sobre animales, a veces pensaba que podría encontrar nuevas especies más allá de las murallas, eso internamente lo emocionaba mucho. Según sus abuelos, eso fue algo que sacó del lado de su padre [ ... ], quien fue un estudiante a zoólogo, pero que no terminó su carrera ya que de por sí no era una carrera tan reconocida como útil y porque se enamoró de [...] con quien luego se casaría y para mantener a su esposa y a su futuro hijo aprendió de su suegro sobre el negocio de la minería. Después de lo que pasó...Yrisha se quedó con los libros de sus padres, queriendo a futuro seguir con la colección de libros de danza, música y biología.

Ya en las afueras del cuartel, se sentó debajo de un pino que le brindaba sombra y una buena brisa, además se escuchaban los cantos de los pájaros, así provechaba bien esos momentos de paz, con lectura hasta la hora del almuerzo o que algún superior lo llame.

...

No paso mucho mientras leía que algunos pájaros se posaron en su cabeza y hombro, lo que lo hizo sonreír, ellos lo reconocían, después de todo fue quien los crio desde que eran pichones que tuvieron la mala suerte de caer de sus nidos, hasta que fueron adultos y ya podían cuidarse solos, pero se mantenían cerca del cuartel, por lo que era normal que a veces algún pájaro vuele cerca suyo o se pose en su cabeza, por lo que siempre tenía una pequeña bolsita donde ponía semillas y migas de pan dentro de su bolsillo izquierdo de su chaqueta.

Tras unos minutos de alimentar a las aves, vio como a unos metros se acercaba su amiga, Hange, ella fue una de las únicas personas que se la acercaban durante su época como un novato, ya que se vio interesada en su color de cabello plateado, fue de las primeras que pudo llamar amiga, y él también se interesó por sus locos pensamientos sobre los titanes, también sentía(aunque no tanto como ella)esa curiosidad. Era divertida.

- COPITOOO, por fin te encuentro, eh?otra vez con tus amiguitos del bosque?-

- En mi defensa yo vine a leer, pero se ve que quisieron saludar... -

- Ahh~ que lindos~, EN FIN, el comandante te busca - Dijo señalando hacia el cuartel.

Cerró su libro y se paró, como los pajaritos seguían arriba suyo y no quería simplemente agitar sus manos para espantarlos, hizo que se posaran en sus brazos y se acercó al árbol, como si los animales pudiesen entender estos volaron hacia el pino.

- Los visitaré después y les traeré semillas - Dijo con una sonrisa hacia el árbol, se dio la vuelta y con su amiga fue al cuartel.


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Terminada su conversación con Shadis, salió con unos papeles de su oficina, gracias a las murallas que no eran muchos, al parecer tenía que ayudar al capitán Erwin a identificar a unos criminales que estuvieron robando en la ciudad subterránea, tal vez hasta ir y participar en la órden de captura...

Pero...era la ciudad subterránea...ir no le traía muy buenos recuerdos y desde pequeño que no la pisaba, a veces solo quería ir y ayudar a los necesitados...pero por problemas personales no podía además de que su agenda como soldado no se lo permitía mucho...

Pero bueno, será ayudar a Erwin, órdenes del comandante.

Leyó una vez más los artículos que le entregó, hablaban sobre tres chicos que robaban o provocaban que otros se llevaran raciones de comida y medicamentos que iban a ser destinados a comercializar, y no solo eso, sino que lo hacían con la ayuda del equipo de maniobras tridimensionales, eso era uno de los principales motivos por los que acudieron a la Legión en vez de la policía militar de nuevo...puede que sea difícil atraparlos, quién sabe..




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En estos días veré de seguir escribiendo, me gusta está llendo. 

• Grissen • (shingeki no kyojin x male oc).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora