• Grissen • (shingeki no kyojin x male oc).

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A la mañana siguiente los ahora nuevos reclutas fueron presentados y asignados en un escuadrón. Si bien sabían que esto era mejor que estar encerrados en una celda o que ser ejecutados, sabían muy bien que estaban ahí para dos cosas, robar los documentos sobre Lobov y matar a Erwin Smith. Que mal que no sabían que Erwin ya estaba al tanto de su plan, pero se mantuvo tranquilo, ya sabía que tenía que esperar un poco para enviar los documentos completos, solo era evitar que los roben y lo maten. Además, tenía un as bajo la manga, en el fondo no le gustaba llamarlo así, pero tenía que mantener la mente fría. Yrisha, si bien sabía que se acercaría a los jóvenes por su cuenta por las dudas le pidió que lo haga, esto para que se forme un lazo entre estos y que sea difícil para ellos revelarse en su contra, porque este tiene un don, nadie puede odiarlo, por lo que vio, si bien hay cadetes que dicen cosas sobre su apariencia, tampoco es que lo odien. Recuerda cuando le dijo sobre el plan, la cara seria que le puso, le dio escalofríos, quizá cuando termine debería pedirle perdón..

Por otro lado, luego de estar encerrado en su habitación completando el papeleo de Erwin como su castigo por no ir participar en la captura de Levi, Farlan e Isabel, se dirijía a la oficina de su subcomandante para dejarle el trabajo completo. Se sentía cansado, tenía ganas que leer bajo su árbol, pero el deber llama. Le tocaba supervisar el entrenamiento con los caballos de el trío, eso lo compensará, quería acercarse a ellos, si ellos habían pasado tanto ahí abajo, iban a necesitar un amigo, suena cursi, pero siempre tuvo ese sentimiento de querer ayudar.

Frente a la puerta de la oficina, tocó la puerta y entró al recibir el "adelante"  de Erwin. Se adentró y lo saludó con un asentimiento con la cabeza, estaba viendo por la ventana y con el seño fruncido. El peliblanco solo dejó los papeles el una esquina del escritorio y se acercó a él.

Una vez que estuvo a su lado, el más alto por fin lo miró, Yrisha lo tomó levemente del brazo y luego el rostro del rubio con ambas manos, quien ya no se puso tenso y bajó la mirada a unos ojos más cansados.

- Si sigues frunciendo el seño así cada vez que vez por la ventana te saldrán arrugas en la frente- Le dijo con una voz suave mientras con uno de sus pulgares acarició una de sus mejillas, Erwin lo miró a los ojos por unos segundos y luego cerró los ojos.

- Solo me preparo mentalmente- dijo suspirando levemente al final -Escuchar las quejas de los capitanes ante la loca idea que tuve de reclutarlos...haha.- dijo riendo muy levemente y llevando su mano derecha por detrás de su cuello, apretando este.

- Estás estresado... siéntate unos minutos, si?- Le dijo conduciéndolo a un sillón de la oficina tomándolo de los hombros, al rubio le pareció graciosa esta acción, y recordó las veces que el joven velaba por su bienestar cada vez que hacía papeleos hasta caer dormido en el escritorio, a veces hasta fue él quien terminaba de completar sus papeles tras quedarse dormido, era un buen amigo...

No tardó mucho que sintió como las manos del peliblanco fueron a sus hombros hundiendo sus dedos pulgares en estos, y al instante sintió un dolor muscular en su lado izquierdo del cuello.

- Otro nudo...- habló bajo cerca de su oído y empezando a masajear en esa parte. Erwin solo se quedó sentado rindiéndose ante los masajes del chico y permitiéndose descansar por unos minutos. Cerró sus ojos relajándose, hasta que dejó de sentir el dolor y ante eso dejó de sentir el tacto.

- Listo, mejor, no? - dijo con un tono de gracia - Haremos una cosa, iré a buscarle un té y me iré a ayudar en el entrenamiento de los nuevos.- le sonrió, a lo que el otro asintió. Acto seguido Yrisha fue hacia la puerta y salió de la oficina, dirigiéndose hacia las cocinas. Al llegar puso a calentar agua para el té y mientras lo hacía, empezó a pensar en como sería la clase, duda que estos chicos hallan montado antes..