El pequeño

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*Narrador*

La noche se volvió en día, el día dónde el dios Adamas se quitaría de las dudas que el dios supremo Nórdico le provocó... Tenia cierta dudas de lo que el Nórdico le conto pero para este punto no tenia mucho que perder, en tal situación Odín  era el único que las tenia de perder, sin mencionar que algo en él le carcomía...

Después de despedirse de sus hijas prometiendo volver se dirigió de manera impaciente con la clara idea de que si se trataba de una mala broma sería capaz de destruir todo Asgard.

Pero... Que haría si Odín decía la verdad... Debería presentarlo ante su panteón, el único que conoce a sus tres hijas mayores era Hades, pero que pasaría con los demás dioses griegos, ciertamente no deseaba que sus hijas terminaran relacionadas con los dioses olímpicos, ni mucho menos con el pervertido de su hermano menor, pero que hay de "su hijo"... Conociendo a su panteón buscarían sacar un beneficio a través de su hijo. 

Adamas no quería eso, a pesar de ser un dios que se aprovecharía de la más minima oportunidad para sacar un beneficio, este no era el caso, hablaba de su descendencia... aunque en el pasado no deseaba tener alguna, esas niñas le ablandaron bastante el corazon...no permitiría que sus hijos fueran utilizados...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando fue recibido a fuera de las grandes murallas de Asgard por nada más ni nada que el dios Odín, cuando Adamas se acerco a él dios, los cuervos intentaría hablar pero solo les basto que Odin los callara para que casi se volvieran  en piedras y guardaran silencio...

— Adamas me alegra verte de nuevo... —menciono el dios con un tono dulce mientras se acerca bastante a Adamas.

— Te lo advierto maldito, si se trata de una broma o jugarreta tuya, juro que me suplicaras la muerte para salvarte de lo que te haré —menciono el dios con bastante molestia intentando ignorar el acercamiento del nórdico.

— Oh, sigues siendo tan malhablado como siempre— dijo con una sonrisa—. Sin dudas me sigue agradando eso de ti... Bueno adelante —dijo mientras extendía su mano hacia la entrada.

Adamas solamente gruñó y ingreso a Asgard, Odín comenzó a guiarlo por el lugar donde  residían todos los dioses nórdicos hasta llegar a su enorme residencia, ciertamente pasear por los grandes jardines del palacio le recordaba antiguos sucesos, recuerdos pero mayormente sentimientos los cuales fueron interrumpidos por cierto dios que se interpuso en su camino.

— Valla, nunca imaginé que tendrías invitados padre ¿Cuál es la razón de que el dios Adamas este aquí? —pregunto el Berserker del trueno con un tono burlón a pesar de que intentaba estar serio.

Adamas estaba sorprendido ante la extraña actitud de Thor, tenía muy entendido que Thor tenía la misma actitud de Odín. Decidió observar al dios pelinegro notando que la mirada tranquila e incluso alegre se volvió sería.

— ¡¡ESTÁ VEZ NO CAEREMOS EN TUS JUEGOS LOKI!! —gritaría un cuervo molesto recordando lo que sucedió en el Ragnarok.

—¡ES CIERTO! SIN MENCIONAR QUE EL SEÑOR ODÍN TE ADVIRTIO QUE NO VOLVIERAS A TRANSFORMARTE EN THOR! —gritaría el segundo cuervo.

— Valla... Que amargado te has vuelto padre —dijo mientras volvía a su forma original.

— Puedo ver que estas aburrido... ¿Por qué no vas a buscar un caballo para distraerte, LOKI? —dijo el dios de manera seria pero molesto.

Antes de que Loki dijera una palabra Odín simplemente pidió Adamas continuar su recorrido pasando al lado de Loki, Adamas sin dudarlo siguió al Pelinegro. Recorrieron los pasillos hasta llegar a los aposentos del Nórdico haciendo que la incomodidad de Adamas se volviera más grande mientras los recuerdos volvían a su mente.

— Si buscas algo más que una charla olvídalo idiota, yo paso —menciono  mientras se rascaba la cabeza.

— Hugin, Munin retírense —diría Odín con una voz de ultratumba.

Los cuervos sin cuestionar obedecieron la orden del dios, el Nórdico se acercó a la puerta oculta entre las paredes dejando ver al Griego una habitación bien decorada  dónde en medio de estaba estaba la cuna... Adamas al ver la cuna comenzó a sentir como sus piernas temblaban de los nervios y miedo de lo que pudiera ver en esa cuna, ya que esta desprendía el aura que alguna vez sentia en él, cuando esperaba a su difunto hijo aunque algo en esta era... diferente.

— Mejor siéntate Adamas, no quiero que te desmayes aquí —mencionaria el pelinegro con un voz burlona.

Adamas molesto con el comentario pero decidió hacer caso al Nórdico tomando asiento en uno de los muebles de la habitación, mientras observaba a Odín cómo sacaba de la cuna un pequeño infante el cual comenzo a sollozar al ser despertado.
En tan solo en ese momento el corazón de Adamas se detuvo, solamente al escuchar ese pequeño llanto... Esto debía ser un sueño, no podía ser real, el lo vio en aquel suelo destruido, si eso era una mala broma, cierto, solo una maldita broma del Pelinegro.

— Mira, te presento al pequeño Eleos... tiene tus mismos ojos y cabello —dijo el dios con una sonrisa boba.

Adamas tomo al bebé en sus brazos y casi al instante el bebe dejo de llorar y este comenzo a mirar al dios griego y Adamas lo observaba sin quitarle la mirada al pequeño, era verdad... el niño compartía sus rasgos y algo en su corazón le decía que ese infante era aquel bebe que perdió. Si darse cuenta las lágrimas salieron de los ojos del griego... Siempre se sintió culpable por la muerte del pequeño bebé, pero ahora estaba aquí, sentía como la felicidad y el miedo se combinan en uno solo sentimiento, la felicidad por tener la oportunidad de ver al pequeño que nunca vio y sentía miedo que lo que ahora veía fuera solo un sueño o en el peor del caso su bebe estuviera muerto en sus brazos...

— M-mi pequeño —diría el dios con su voz entrecortada.

Odín solo observaba al dios llorando con Eleos en sus brazos, de manera inconsciente una ligera salió de sus labios. Nunca imagino ver al dios de tal forma... Ni muchos menos cargando a  un bebé que compartía su lazos sanguíneos con él...

— Nunca pensé que llevarías en ti a uno de mi hijos... ni mucho menos verte en esta forma, pero me hubiera gustado verte cargando con él en tu vientre —diría el dios con un ligero torno burlón hacia Adamas.

Adamas ignoro las palabras del dios, ya que no quería quitarle la mirada a Eleos, lo miro con tanta determinación que noto como Eleos, heredó el color de piel de su padre sin mencionar que el pequeño parecía divertirse con la manta que lo cubría.

— Odín... Gracias —menciono con una voz ya más calmada.

— No tienes que agradecerme, Eleos es mi hijo también, pero quiero saber que haremos con Eleos, tarde o temprano alguien lo conocerá y sabra la verdad... —comento el dios.

Adamas se quedó pensando ante las palabras del Nórdico por un tiempo, él ya había pensado en tal situación... Odín tenia razón... no podían ocultar a sus hijos seria algo cruel pero una idea se cruzó en su mente.

— En ese caso lo presentaremos cómo lo que es... El fruto de la unión del dios de la conquista y el padre supremo de los Nórdicos —dijo mientras levantaba a su bebé—. Pero primero necesitamos hacer algo primero —mencionaría con una mirada muy determinada.

Odín están sorprendido ante la actitud de Adamas, valla que el era de los pocos dioses que lo podían sorprender, pero en su rostro se dibujo una ligera sonrisa.

— Entonces Dios de la conquista... ¿Qué crees que debemos hacer primero? —pregunto el dios Nórdico.

— Creo que debemos presentarlo primero a tu panteón.... —menciono con serio esperando la respuesta del nórdico.

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Espero en verdad está revelación se de su agrado ya que no conozco a nadie que relacione a Odín con Adamas.

Espero les haya gustado <3

Una Inusual Descendencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora