Rosé Gram

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rosé

Mommy quería jugar un rato antes de tener una reunión de trabajo por video llamada lo que yo no sabía es que durante la llamada también iba a jugar conmigo.

en nuestra habitación estaba yo desnuda y mommy acariciando mi cuerpo con sus suaves manos lo que me sacaba suspiros y algunas sonrisas. Sus cortos besos debajo de mis pechos me hacían exitarme, ella conocía cada parte sensible de mi cuerpo y sacaba buen provecho de eso.

Ya mojada lo suficiente mommy me hizo arrodillarme sobre el suelo y ella se sentó en  un silla haciendo que mi mentón quedara a la altura de sus rodillas, alcé mi  vista viéndola como me pasaba un dildo de tamaño lo suficientemente grande como para sacarme buenos gemidos.

-Escúchame bien gatita- acarició mi rostro con sus manos. -Vas a seguir mis reglas y sobre todo no hacer ruido, mommy tiene una reunión muy importante de trabajo, será corta, así que se una buena sumisa-. Luego de eso besó mis labios con fervor mordiéndolos y jugando con nuestras lenguas.

Me dió la orden de meter lentamente aquel juguete en mi interior y comenzar a saltar sobre él penetrándome a mi gusto y gimiendo bajo mientras la miraba fijamente hasta que decidió atar mis manos a la altura de mi pecho con una correa para el cuello y las esposas en conjunto para mantenerme sin mover mis manos, una mordaza en forma de pelota rosa decoró mi boca evitando que mis gemidos suenen tan fuerte para terminar colocándome aquella venda que tanto le gustaba.

Me tenía completamente sudomizada mientras asistía a la reunión y yo seguía saltando sobre ese dildo que me hacia soltar lagrimas de placer y gemidos que eran perdidos por la mordaza, sentía mi orgasmo cerca hasta que mommy me dió la orden de detener lo que estaba haciendo para meterme entre sus piernas. Quitó la mordaza de mi boca haciendo que caiga toda mi saliva acumulada por mi mentón y labios, liberó mis manos pero prendió aquel dildo haciéndolo vibrar en mi interior obligando a contener mis gemidos.

-Métete bajo el escritorio entre mis piernas y chúpamela como me gusta, pero no puedes  correrte hasta que te lo diga-

Hice lo que me pidió mientras escuchaba como le daba las ordenes a sus empleados de como debían hacer el trabajo que les había pedido, yo comencé a chupar y lamer su intimidad como me lo había ordenado aquel vibrador cada vez se sentía más fuerte y con las vibraciones mi orgasmo el cual no estaba autorizada para tener. Mommy jaló mi cabello mientras yo gemía contra su intimidad y la chupaba ahogando mis gemidos, me ordenó que use los dedos y así fue como lo hice conociendo sus gustos fui cambiando las intensidades pues mommy era la ama pero le gustaba que lo haga fuerte, pude escuchar como se despedía de sus empleados como si nada y cortando la llamada por lo que me separé se ella ganándome un jaló en el cabello y una nalgada que no hizo más que excitarme más .

-No recuerdo haberte dicho que pararas sigue hasta que me corra en esa boca de puta que tienes- Habló firme y mirándome a los ojos llorosos por el placer que tenía.

-Si mommy- volví a chupar y meter mis dedos como lo hacía antes pudiendo oír sus gemidos los cuales estaba reteniendo, el vibrador en mi interior estaba volviéndome loca tanto que no podía parar de gemir incluso mientras mi boca estaba ocupada. Un gemido grave pero fuerte hizo darme cuenta que se había corrido. Yo aún no me corría y no podía aguantar más mis ganas.

-Mommy por favor déjeme correrme- Hablé con la voz temblorosa y cortada por gemidos, me quitó el vibrador de mi interior y me recostó en su regazo en la cama dejándome con mis nalgas hacía arriba en sus piernas.

-Rompiste una orden por lo que serás castigada, cuenta cada una de las nalgadas, si pierdes una empezaremos de vuelta- Comenzó a nalguearme cada vez más fuerte sacándome gemidos mientras las contaba, luego de unas quince a esa altura ya me temblaban las piernas volvió a meter el dildo en mi solo que ahora era ella la que me follaba. Mis gemidos se escuchaban por toda la habitación y sus nalgadas rezonaban en las paredes para luego permitirme correrme teniendo el fuerte orgasmo que tanto había esperado. Pude sentir como mommy chupaba todos mis fluídos y yo gemía agotada por aquella jornada de sexo.

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