Lobo Rosa (Yaoi/Omegaverse)

Capítulo 3: Liam, ¿Sabes Pelear?

Liam salió del instituto, aunque se sentía extrañamente observado, aún así no le prestó atención, ese día tenía reunión con los lobos, y después se iría a casa de Dante. Iban varios días en los que se sentía observado, por lo mismo, sólo volvía a casa, pero no podía faltar a una reunión y ya no aguantaba no ver a su amante.

Se subió a un autobús, luego de un tiempo de viaje, bajó en el territorio de los lobos, sintiéndose como en casa. Tanta fue su comodidad, que se sacó la capucha y su mascarilla, respirando aire limpio.

Siguió caminando, pensando que ya no sería observado, porque nadie se subió al autobús junto con él, entonces, debía ser parte de su imaginación el sentirse de esa manera.

Pero, sin él saberlo, desde un auto le observaban.

— ¿Qué cree que hace Liam? —Preguntó Alexander, sentado como copiloto.

—No sé, pero es peligroso que ande por aquí —Dijo Bert—. Es territorio de los lobos, si reconocen que es tu hermano...

—Le harán mucho daño...

—Oigan, ¿y a nosotros por qué nos traen aquí? —Preguntó Marco, en el asiento de atrás, junto a su novio, Rosen, un chico rubio.

El de cabello negro se giró a ver a su hermano del cabello del mismo color.

—No preguntes estupideces, es porque vigilamos que Liam no haga nada tonto o que lo ponga en peligro.

—Y además... — Habló Rosen—. Siento que se lo debemos, al menos yo se lo debo... Arruiné su compromiso.

— ¡No fue así! — Negó Marco, desesperado —. Nunca quise con él, Liam lo sabía...

—Ya, paremos esto o vamos a perder de vista a Liam— Regañó Bert.

Intentaron seguir a Liam con la distancia justa. Pronto, lo vieron entrar a un local de comida rápida, ahí salió con una bolsa de papel del local.

—Bueno, descubrimos que Liam come comida rápida en secreto, no le veo lo peligroso a eso — Marco suspiró irritado—. ¿Ya podemos irnos?

—Es sospechoso... — Comentó Alexander —. Fácilmente podría comprarla en nuestro territorio o en uno neutral, ¿por qué venir hasta aquí?

—Quizás no sabe que es territorio enemigo — Supuso Rosen—. ¿Alguna vez han hablado con él sobre los lugares a los que tiene prohibido ir, por su seguridad?

—Ahora que lo preguntas, no le hemos dicho — Recordó Alexander.

Lo veían devorar su hamburguesa mientras caminaba, con tranquilidad. Todo estaba bien, hasta que chocó con unos tipos, estos comenzaron a hablar y actuaban extraño, de inmediato, rodearon al pelirosa.

—Mierda, no escuchamos lo que dicen —Dijo Bert.

—Es peligroso, debemos ir— Alexander se preocupó.

Bert se estacionó rápidamente y todos bajaron, incluso Marco iba algo preocupado, eran unos quince tipos, realmente podían dejar mal a Liam.

Pero, pasó algo inesperado para ellos, uno de los tipos salió volando por una patada dada por Liam. Lo siguiente que vieron fue al pelirosa golpear sin piedad a esos tipos, dejándolos mal, incluso volaron dientes en ese momento. Después, los que podían levantarse, salieron corriendo.

Se acercaron más.

—No son tan rudos una vez que reciben una lección — Liam sonrío triunfante, recogiendo su bolsa de papel, la que tuvo que dejar en el piso para pelear—. Más les vale que nada le haya pasado a mis papas y a la hamburguesa que me queda.