Odasaku-Man, el héroe de todos.

47 5 0
                                    

| Antes de leer:
Esta historia nace por el panel de arriba, me parece tierno que Dazai duerma o tome siestas con un Odasaku-Man. Y pensé "mierda, si, eso tiene sentido para mí" así que aquí está.

Gracias por leer, cualquier error pueden decirme.


Dazai Osamu, tenía muchos secretos, algunos buenos, otros malos y otros distintos. Su vida estaba plagada de muerte y caos, él mismo era un ser que vacilaba entre la destrucción y el orden. Era un proveedor de todo eso, lo disfrutaba sin embargo no era distinto al resto, sentía aunque lo odiara, era vulnerable aunque lo ocultara, era un humano, que realmente no se sentía como uno, que vivía muerto en vida y no sabía remediarlo.

Pero aún así, con todos los problemas que pueden acomplejar al gran demonio prodigio. Tenía una debilidad. Era algo tan absurdo que sus enemigos probablemente reirían por lo bizarro que resultaría ser descubierto. Incluso su compañero Nakahara Chuuya le haría bromas hasta morir.

Y es que Dazai Osamu, dormia con un peluche. Uno que desde pequeño e incluso antes de desear morir lo acompaño.
Odasaku, era su peluche favorito, le brindaba calidez y confort, le daba un rayo de esperanza aún en toda la oscuridad que lo rodeaba. Y se aferra a un recuerdo de un hombre pelirrojo cenizo, diciéndole que todo estará bien aunque en realidad nada se siente así. Nada hasta que mira ese pedazo de tela y siente que quiza si hay un rayo de esperanza.

Dazai duerme con su peluche, le avergüenza pero no por el hecho de dormir así. Sino por el hecho de parecer vulnerable.

Las cosas se tornaron difíciles cuando su nivel en la mafia subió, era un ejecutivo. Uno que tenía un compañero que no le caía del todo bien. Un pelirrojo irritante y gruñón.

Mori, insistió en que debían dormir en la misma habitación, argumentando que eso los uniría como compañeros. Pero lejos de la realidad no se soportaban.

Dazai en ese momento intento dejar de dormir con Odasaku, lo intento y fallo. Siente que algo le falta y durante tres días enteros no duerme porque sabe que ese peluche era la única cosa que le daba comfort. Sabe que no iba a poder dormir sin el.

Para la cuarta noche, cree que va a enloquecer, así que con cuidado, se levanta rectifica que Chuuya duerme en su propia cama. Y cuando está seguro se levanta. Los dedos de sus pies sisean por el frío, lentamente saca su amado peluche. Que apesar del tiempo se mantiene intacto y limpio, bien cuidado porque su dueño realmente no desea que nada malo le pase. Moriría antes de dejar que le arrebataran lo único que cree que tiene. Lo único por lo que vive.

Y parece tonto, claro que sí pero Dazai siente que esté peluche de Odasaku tiene un significado más grande quizá para su otro yo de otra a vida p de otro universo. No lo sabe con certeza pero se aferra a esa idea.

Con calma abraza el pequeño objeto, toma su almohada y sábana, y esa noche duerme en la bañera.

A la mañana siguiente despierta antes que Chuuya y guarda con cuidado a su amigo. Se tira en su cama y solo piensa en lo ridículo que es todo esto.

La acción se repite, Dazai empieza a dormir más en la bañera, despierta al alba y sobrepiensa hasta que es momento de trabajar.
Chuuya sabe que hay algo raro pero no pregunta se dice que no tiene derecho a hacerlo.

Y es aquí donde la catástrofe comienza.

Dazai se prepara para su ritual. Sin embargo se detiene con el corazón en la mano cuando se da cuenta que su peluche de Odasaku no está. Desesperado siente que le arrancan el corazón, sus manos tiemblan y puede ve con claridad que algo se le escapa de entre las manos. Aturdido enciende la luz. El pelirrojo que duerme a su lado se remueve inquieto, y se levanta cuando Dazai comienza a arrojar y a mover todo. Lágrimas silenciosas caen de sus ojos, se le dificulta respirar. Cae de rodillas sobre el piso y llora amargamente porque se siente como si hubiera perdido una parte que le daba sentido a toda su existencia. Siente que le arrancan la felicidad del alma.

Chuuya quién molesto iba a comenzar una discusión, se detiene, al ver a su compañero exasperado, inquieto pero lo que le asusta es ver al gran Dazai llorar.

Se levanta lentamente y con esa calma se acerca, su mano toca su hombro, el castaño se sobresalta pero no lo aparta.

-No está... Se fue.... - Dice y Chuuya no entiende, pero aún así se arrodilla a su lado y lo abraza. Dazai llora, sus labios tiemblan y se derrama una vez más en los brazos del pelirrojo. Quién acaricia su espalda y cabellos quien le dice que todo estará bien.

A la mañana siguiente Dazai le explica lo sucedido. Le hace un dibujo realmente bonito sobre su peluche, Chuuya no lo juzga, al contrario sonríe porque su compañero confía en él. Porque de alguna forma se siente más unido al castaño porque cree que llamarlo amigo ya es una opción válida.

Chuuya suspira, le dice que lo ayudara a buscar. Pero Odasaku no aparece.

Dazai se ve más cansado, sus ganas de morir solo aumentan. Chuuya solo le dice que van a estar bien.

Puede que no lo parezca pero Chuuya en realidad es una buena persona detrás de todas las tragedias y omitiendo el hecho de que es un mafioso. Es capaz de ser empático y ayudar a otros, incluso sacrificarse por otros pero no es necesario que todos lo sepan.

Así que cuando Dazai se abrió un poco más con él, sintió ganas de protegerlo, no lo necesitaba pero el sentimiento estaba ahí.

Decidido comenzó una búsqueda para conseguir un peluche como el que Dazai había perdido. Pero cada intento termino en nada.

Las opciones se acababan, pero no se detuvo, si nadie tenía un odasaku él haría uno. Así que con paciencia y esfuerzo comenzó su labor.

Corto, coció, detallo, hizo todo lo posible y finalmente lo logro. Esa tarde espero en su habitación a que Osamu llegará.

En sus manos había una caja de regalo, y dentro algo aún más especial.

El castaño apareció, se sorprendió de ver a Chuuya sentado, esperando por él. Entro y le miro interrogante. El pelirrojo le sonrió entregándole la caja, el castaño dudo, pero al final la acepto, con cuidado la dejo en la cama y cuando la abrió de sus labios brotó una sonrisa, sincera y bonita.

Sus manos temblaron pero aún así con cuidado y amor tomaron el peluche, que no era igual al suyo, era mejor y lo estrecho entre sus brazos, como si de un viejo amigo se tratase.

Chuuya sonrió con la escena. Y cuando iba a retirarse para darle un momento de privacidad al castaño, este le tomo de la mano y lo abrazo.
Sin decir nada más él otro sonrió como respuesta.

Más tarde cuando ambos terminaban de prepararse para dormir, sintió su corazón rebosante él mismo tenía una sonrisa estúpida por haber ayudado a Osamu, algo en su ser se removía feliz al recordar su sonrisa.

Al salir del cuarto de baño, encontró a Dazai medio dormido, está vez tenía entre sus manos aquel peluche, parecía muy calmado y casi inocente.

Se recostó en su cama y antes de poder quedarse dormido escucho un leve "gracias" por parte de su compañero.

Sonrió y con suavidad murmuró:

-Para eso son los amigos...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora