Julieta y Julieta

8- Corazón alborotado

Maca.

Un día más de ensayo, es agotador pero también es revitalizante hacer lo que amas, además que trabajar en un ambiente laboral tan unido ayuda bastante a sobrellevar el estrés de un pronto debut

Ya estamos todos en el escenario, bueno casi todos, la Rubí aún sigue un poco enferma y volverá en unos dos días más por lo menos, debe estar en cama hasta recuperarse en un cien por ciento

Suena mi celular y todos voltean a verme, pido una disculpa silenciosa, olvidé silenciarlo pero tan pronto como veo de quién se trata sonrío y me alejo del escenario

—¿Cómo va el ensayo?—

- Hola, buen día 😒

—Ay ya, lo siento, hola ¿Cómo estás?—

- Ahora me siento mejor

—¿Por qué ahora?— no puedo decirle que mi ánimo mejoró al recibir su mensaje

- Por qué vamos a empezar el ensayo

—Ah—

- ¿Por qué ah?

—Pensé que... no, nada, te dejo para que sigas con el ensayo, no quiero que te reten por mi culpa—

- Pero espera, ¿Cómo te sientes hoy?

Escribiendo... Escribiendo...

Pero cuánto se puede demorar en responder esta mujer, estoy apunto de llamarla, a lo mejor se sintió mal, volvió la fiebre y no tiene quien la cuide, aunque la Ágatha me dijo que estaría pendiente de ella todos estos días, por qué si, hablo con "Mi suegra" y "Cuñada" todos los días, ellas me mantienen al tanto del estado de la Rubí

Si, también hablo con la Rubí, todos los días y creo que cada día a ido en aumento el desvelo, ya se me hizo un habito darle las buenas noches, no me di cuenta en qué momento pasó

Escribiendo....

Ya basta, no puede demorarse tanto

- Me siento muy bien — su voz en mi oído me estremece, me giro y es ella, Rubí cárdenas de carne y hueso

Acorto la poca distancia que queda entre las dos y la abrazo, fue un acto impulsivo y fuera de mi, solo hice lo que sentía en este momento, quería que ella supiera que si la extrañé, sus brazos se sujetan de mi cuello y su rostro se esconde en el hueco de mi cuello, suspiro al sentirla

- ¿Que haces aquí? ¿Te sientes bien? ¿Por qué no me avisaste que vendrías para ir por ti? ¿Quién te trajo? ¿Tomaste tus remedios? ¿Tu... — pone su dedo en mis labios para callarme, me sonríe

- Gracias por preocuparte tanto por mi

- Uuuuy — oímos a nuestros compañeros, volteamos a ver y están todos sentados en el piso mirando toda nuestra escena, niego y siento el ardor de mis mejillas

- Que son pesados, solo estoy cuidando de nuestra compañera

- Si, si claro, compañera — ironiza la Sofi

- Yo quiero una compañera que me cuide así, ¿Quien se ofrece chiquillas? — el Miguel queriendo llamar la atención

- Ya, no las molesten, cuando ustedes se enamoren las van a entender — está vez fue el turno de la dire, frunzo el ceño ¿Por qué dijo eso? — ya, a sus lugares, bienvenida Rubí

- Gracias — sonríe y vuelve a mirarme, nos mantenemos unos minutos así, abrazadas, nos sostenemos la mirada y sin poder evitarlo suspiro

La vuelvo a atraer a mi, beso su frente y vuelvo a suspirar, ella también lo hace