Día 3: Lackluster & Lightning

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Match!

Marinette tiene Tinder. Y Félix también. Y el destino es cruel y retorcido, especialmente cuando por error, deslizas hacia la derecha la pantalla de la aplicación y.. él también.. y ella también. Y ambos hacen... Match!

Advertencias:

- May 18 -

- Sexo explícito -

- Angst, fluff, yo que sé. -

- Primera persona -

- Clasificación M de Fanfiction. -

***LACKLUSTER***

Es impresionante.

Desnudo, es millones de veces más impresionante.

No sólo lo sé por lo perfecto que es sin ropa, sino por lo caliente y seductor que es tener su piel sobre la mía. Como ahora, cuando me aplasta entero sobre mi cama. Tengo su rostro enterrado en mi cuello, ahogándose con mi cabello. Gruñe en voz baja, mientras me embiste una y otra vez.

Yo aprovecho para abrazarlo, para evitar que se aleje y así perder el placer que me está dando. Con mis piernas también le abrazo la cintura, logrando que se entierre más profundo.

Hemos repetido.

Varias veces de hecho.

Alya dice que así no funciona Tinder. Que es para ligar una vez y pasar al siguiente. Yo creo que no pasa nada si continuamos con la misma persona, al menos por un rato...

Por un buen rato.

Cuando se cansa de tenerme de espaldas contra la cama, me da la vuelta y me aplasta boca abajo. Yo me rio, en medio de mis gemidos. Su tacto, a la vez que placer, también me hace cosquillas. Y mientras rio, él me tira del pelo con suavidad, para que yo alce un poco la cabeza. Me cabalga por detrás, en tanto introduce sus dedos bajo mi cuerpo para juguetear con mis pezones. Cuando se cansa de mis pezones, se dedica a magrearme los pechos, como si fuera un panadero haciendo la masa del pan.

- Marinette. - gruñe Félix. - Mari, cielo santo. -

Descubrió mi nombre completo, casi con seguridad el primer día. Tampoco hice especial hincapié en ocultarlo. En cambio de él, sólo sigo sabiendo que su nombre es Félix, pero su apellido lo desconozco. El que me dijo -"Culpa"- no es el verdadero, lo tengo clarísimo, pero tampoco es que me importe mucho.

En compensación por haberse corrido en mi cara el primer día, él dejó que yo lo hiciera la segunda vez.

- ¿Qué? - le dije sorprendida, cuando él lo propuso.

No me dio tiempo a negarme, ni a pensar. Estábamos ya desnudos y en pleno coito cuando lo pidió. De repente, se tumbó sobre la cama, boca arriba, llevándome con él. Pensé que Félix querría que yo lo montara y así fue, sólo que no me monté sobre su pene sino sobre su rostro. Él me cogió de las caderas y me dirigió hacia ahí. Intenté rehusarme pero no tenía fuerzas para tan gustosa recompensa.

No duré mucho.

Hice dos o tres movimientos tímidos sobre su cara, para después restregarme a conciencia sobre su nariz y su boca, mientras gemía incontrolable. Fue un orgasmo larguísimo el mío, casi a punto de romper los récords Guinness. Ni siquiera sabía que podían durar tanto. Cuando volví a respirar y dejé de temblar, me quedé fláccida y lánguida sobre él. Félix me volvió a coger de las caderas, me quitó de encima y me recostó en la cama, me separó los muslos y se enterró de nuevo, en mí, varias veces, hasta correrse en mi interior. Sin protección.

MATCH!- Felinette. AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora