Día 6: Travel & Tresspass

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***TRAVEL***

Tener a Marinette en mis brazos me llena de alegría. Me funde el corazón. Tiene una respiración ligera y acompasada, pero cuando despierta, emite unos largos suspiros. Hoy también bate sus pestañas, negrísimas, tratando de enfocar su mirada. Sus ojos son azules, tan azules como el cielo. Tal vez por eso ella me gusta tanto. Ella me recuerda a todas las cosas buenas. Su mirada es mágica y su cuerpo es caliente. Su nariz es pequeña y perfecta, y la hunde, como si fuera un arma mortal, encajándola en mi pecho. Su calor atraviesa mi cuerpo, traspasa mi alma. La abrazo fuerte. La quiero.

¿Qué clase de historia es la nuestra? ¿Por qué ha sido así el destino? Arrancármela del corazón es imposible. Y sin embargo, debo irme. Debo alejarme. Su historia con Adrien está inconclusa. Son, todavía, un cuento sin final. Sin final feliz.

Realmente, no pienso que ella me quiera. Realmente, no creo en lo que ella me dijo.

-"Te quiero, Félix"-.

Nunca querer fue tan incómodo como hoy, como ahora. Del enjambre de chicas en Tinder, tuve que darle a ella. De todo el conjunto de hombres, ella me eligió a mí. No fue una casualidad, estoy tenía que ser.

Este horror, debía existir.

¿Para qué? Probablemente, para que ellos dos volvieran juntos. Marinette se enterará, tarde o temprano, que Adrien es mi primo. Que mi primo es su exnovio. Descubrirá en estos días, que Adrien jamás la engañó. Que lo de Kagami Tsurugi estaba más muerto que los dinosaurios extintos. Y para convencerla, le pedirá matrimonio enfrente de todos. Así hará su relación aún más seria. Más formal. Todos serán testigos de cuánto la quiere. Su pesadilla habrá terminado. Su dolor ya no tiene motivo. El amor de Adrien es suyo. Siempre lo fue.

Son un amor correspondido.

Y eso es lo más cierto que he concluido.

Ni por asomo contemplo la posibilidad que ella me quiera. A pesar que ya me lo dijo. Porque no somos nada. Ella - ni nadie- podría levantar la mano, confesar la clase de relación que llevamos, y apostar por nosotros. Marinette no lo hará. Sus palabras hacia mí, no son nada. No me siento querido. Para ella ni siquiera estamos saliendo. Para ella, no valgo lo suficiente para intentarlo. No es una cuestión de sentimientos. Es que ella no puede seguir adelante.

No puede hacerlo, después de Adrien.

Otra conclusión, y es la que más me duele.

Ella no puede amar a nadie más. Yo lo sé. Yo he sido aquella persona incapaz de amar. Lo fui por años. Odiaba el concepto de "novia". Veía a una pareja feliz y me daba náuseas verlos. Porque me imaginaba que así sería mi vida con Bridgette. Y Bridgette ya era sólo un saco de huesos. Y yo estaba tan vivo.

La incongruencia de amar sin respuesta. De sentir vacío. De hallarse hueco.

Me imagino que a Marinette le pasa lo mismo.

Amarlo tanto. Soportar el engaño. Odiarlo después, para darse cuenta que al final, le sigue queriendo. Está herida. Se divierte conmigo. Yo consuelo su tristeza. Esa es la verdad de nosotros. Lo tenía escrito en su perfil del Tinder, "pero yo no amo...", y no hice caso a la advertencia. No leí las señales. No me alejé.

Ahora debo hacerlo.

Volveré a Londres y me reportaré con mis superiores. Volveré a mi embarcación y a mi vida pasada. Les diré que estoy bien. Que he sobrevivido a una descomprensión submarina y al lío de follarme a la novia de mi primo. Les diré que no pasa nada, que estoy bien, a pesar que ellos se casarán y tendrán niños enfrente mío. Les rogaré para participar en una larguísima expedición a la Antártida. O a Australia. O a Plutón. A cualquier sitio lejano.

MATCH!- Felinette. AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora