異常なこと 𝐈𝐉𝐎𝐍𝐀 𝐊𝐎𝐓𝐎
↳「 COSAS ANORMALES 」
En un pueblo japonés llamado Isano tiene lugar una serie de desapariciones entre los habitantes (que todas terminan en muertes desgarradoras), cada treinta y cinco años el pueblo es testigo de una horri...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ishizaki se agacha frente a su amigo para reanimarlo, pero primero le vuelve a colocar su calzoncillo y shorts. Si no fuera un momento muy impactante, sentiría mucha vergüenza al ver a su amigo desnudo. Después lo sacude y le toca la mejilla con su mano para despertarlo.
Costó, pero el oji-verde dio una señal de vida, moviendo su mano y pestañeando muy vagamente.
─I-ishizaki─ habla con un tono de voz apenas audible.
De los ojos del rapado brotan lágrimas, de alivio y felicidad, y pena y dolor, al ver a su amigo en ese estado tan dantesco.
─Urabe...─ lo toma de los hombros y lo sienta en el piso, para abrazarlo─¡Te juro que pensé que estabas muerto!─ solloza─Estaba muy preocupado por ti, todos estaban muy preocupados.
─A-amigos...─ de sus ojos apagados caen lágrimas de dolor. Lo que vivió un rato atrás fue la peor experiencia que pudo haber vivido en su corta vida. Sintió en carne propia el verdadero significado de ultrajado, y no por un ser humano, sino por un monstruo que devoró a sus compañeros de clase. Recordar ese momento en el que ese tentáculo gigante entraba en su boca sin piedad, y el monstruo abría sus piernas para introducir ese pedazo de carne que se le formó de la nada, lo llena de miedo y tristeza.
Empieza a sollozar y a dejar salir un llanto histérico de dolor, lo único que puede hacer Ishizaki es abrazarlo, y escuchar toda esa angustia que siente su amigo debido a la tortura por la que tuvo que pasar. Ya con verlo sin su ropa interior y el semen en su boca se imagina lo que le hicieron.
El oji-azul aprieta la mandíbula, encolerizado. Un colosal deseo de matar a alguien se apoderó de su cuerpo. Sin duda alguna se va a vengar de aquel que profanó a su amigo de esa forma.
─No te preocupes, querido amigo, pagaré por lo que te hicieron─ acaricia su espalda, y lo abraza un poco más fuerte─. O-oye, te sientes un poco frío, y como si hubieses perdido peso...
El llanto horrendo de Urabe se detiene por culpa de una tos fuerte que parece no detenerse.
─¿U-urabe? ¿Qué te pasa? ¡¿Estás bien?!
El oji-verde vomita en la espalda de Ishizaki, hasta siente el vómito correr por su cuerpo. Resistiendo las ganas de vomitar él también, se separa de su amigo para ver qué le pasó.
─Oye, ¿por qué vomitaste en mi...?─ al verle la cara se encuentra con un líquido negro saliendo de su boca─¡URABE! ¡¿QUÉ ES ESO?!
─¡N-no lo sé...!─ se cubre la boca, y vuelve a vomitar en el piso, esta vez frente a Ishizaki.
El vómito es de color negro...
─¡URABE! ¡¿QUÉ MIERDA TE ESTÁ PASANDO?!
El chico se agarra el estómago y se recuesta en el piso, gritando de dolor, mientras su piel se va tornando lentamente de un color verde musgo. Algo está muy mal.
