Survive For Me | Volturi Kings [Trad]

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Capítulo 11: Entregar mi corazón

Mis ojos se abrieron de golpe mientras jadeaba por aire. Me quedé allí durante bastante tiempo, temblando de frío, pero todavía ardiendo al mismo tiempo. Por mi vida, no podía recordar lo que acababa de soñar, pero sabía que era horrible, mi estómago se llenó de fragmentos de hielo cuando traté de recordar lo que pasó

Pensándolo bien, me alegré de no haberlo recordado

Me levanté de la cama, haciendo una mueca cuando mis huesos crujieron en protesta, antes de ir al baño, decidida a disfrutar el resto de mi día sin tener la sensación de temor cerniéndose sobre mí todo el día. Entré en la bañera, en el agua caliente y me eché hacia atrás

Los fragmentos de hielo en mi estómago se retorcieron incómodamente en mi estómago mientras hacía todo lo posible por relajarme

Sabía que el sueño tenía algo que ver con mi padre. Incluso cuando estaba rodeado por la realeza vampírica, parecía que nunca podría escapar de él. No era la primera vez que tenía una pesadilla con él y seguramente no será la última

Después de un rato me rendí y salí, envolviéndome en una toalla antes de robar una de las camisas de Aro y un par de calzoncillos. Yo tenía la muy mala costumbre de quitarle la ropa... pero como él no había dicho nada al respecto, iba a seguir haciéndolo hasta tener ropa adecuada para ponerme. A la mierda ¡Y yo no estaba usando un vestido estúpido!

Un golpe en su puerta interrumpió sus pensamientos

"¿Sí?" Llamé a la persona al otro lado de la puerta cuando acababa de terminar de sacarme la camisa de Aro por la cabeza

La puerta se abrió y Gianna entró, trayendo un plato de comida para mí

"Hola, Gianna", la saludé mientras tomaba el plato de ella. Gianna era en realidad la mujer que había visto cuando tropecé con la torre del reloj medio muerta. Me la presentaron oficialmente cuando estaba deambulando por los terrenos hace unos días con Félix, ella era la recepcionista aquí... No lo entendí particularmente pero no me importó

También sabía que su tiempo era limitado, así que traté de no encariñarme demasiado con la dama. Aunque su cocina jodidamente increíble lo hizo difícil

"Buenos días, mi señora" dijo inclinando la cabeza ligeramente

Fruncí el ceño

"Gianna, hemos discutido esto. Llámame Leonora", la regañé ligeramente antes de agradecerle por el desayuno y enviarla a su camino