MAXIMUS WALKER

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MAX'S POV

-Hola cariño- dijo mi madre, al momento de poner un pie en la cocina.

-Hola mamá, ¿Cómo te fue en el trabajo?

-Todo bien. Debo volver - miró su reloj-en una hora, así que tenemos tiempo para hablar.

Su tono serio no me agradaba.

-¿Sobre qué?

-Llamó tu doctor.

Suspiré.

-El loquero querrás decir- dije con sarcasmo, mientras me servía un gran vaso de bebida.

-Es un psiquiatra, Max. No es nada grave.

-Exacto, no es para tanto. Ya no hay nada malo conmigo, así que no quiero más pastillas.

Mi infancia no fue del todo triste. La verdad es que éramos muy felices en un principio. Mi padre era médico y mi madre enfermera, por lo que estaban juntos todo el día.
Éramos mi hermano y yo los mejores compañeros y nunca nos falto nada.
Si sólo hubiese seguido así...

Un día como cualquier otro iba de la mano con mi padre camino a la farmacia, en busca de unos remedios que mi hermano, Peter, necesitaba, ya que estaba en cama con una fuerte gripe.

El día no estaba nublado. No llovía. La verdad no había nada extraño. No había ninguna señal para determinar lo que estaba a punto de suceder, porque así es. A veces no hay previos indicios que te digan « ¡Hey!...sí, tú, algo malo va a pasar».

Para llegar a la farmacia debíamos atravesar un callejón. Claro, todos sabemos que uno no debe pasar por un lugar así, pero era un día precioso y soleado, era un buen vecindario y había buenas personas. Además esto no era delincuencia aleatoria. Estoy seguro de que ya estaba previsto, ya que no aparecen cuatro hombres, cerrando todas tus salidas por casualidad.

-No sabía que lo harías tan fácil- dijo uno de los hombres.

Mi pequeño yo miraba la escena con confusión. Mi padre no miraba de igual manera al extraño, ellos parecían conocerse bien.

De pronto un hombre sacó un arma. Quise irme, cuando uno de los hombres había disparó una bala en mi dirección, pero mi padre se interpuso y recibió el impacto.

Los hombres no tardaron en irse, ya que la gente comenzó a llegar.

Mi padre no llegó a decirme unas últimas palabras, solo quedo inmóvil.

Yo no dije nada. No lloré. No cerré los ojos en ningún momento.

Después de este ''accidente'' no pude ser igual.

-Mamá, no te preocupes. Además no tenemos que malgastar el dinero.

-¡Maximus Walker yo decido que pagar y que no!

-Perdón- puse las manos en alto- Pero ya no es necesario. En serio.

El trabajo como enfermera de mi madre, más los pequeños trabajos de mi hermano Peter y yo, no eran suficientes para pagar todos nuestros gastos, y el fondo de mi papá iba en decadencia. Tenía que estar bien.

-Sólo quiero que estés bien.

La mire con ternura- Todo está bien, mamá.

Unos ruidos comenzaron a escucharse desde la otra casa.

-¿Qué es eso?

Mi madre levanto los hombros. Después el sonido fue más claro.
Se escuchaban estruendos y caídas.

INFINITO Y LOS CUATRO ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora