me and her girlfriend | NaTzu.

a history with bad ending

Esto podría ser: muy buena idea o una muy mala idea. Depende de ti.
11:45 pm

Quizás mañana tenga dos o más, no importa, pero hoy tengo esta.
11:45 pm

Después de todo la vida es corta y es para tomar riesgos, así que...
11:45 pm

¿Quieres enfrascarte en una aventura esta noche?
11:46 pm

Conmigo...
11:46 pm

Con una fuerte respiración, intento persuadir a su mente de no hacerlo, de no contestar aquellos mensajes y quedarse en ese lugar. Como tenía planeado desde el día anterior.

Pero a veces uno hace otra cosa diferente a lo que piensa.

Mirando sobre sus hombros, para confirmar que la dueña del apartamento no estuviera, se dio a la tarea de colocarse su chamarra y botas de nieve que se encontraban en la entrada. Sus movimientos eran automáticos, casi como si se presionara por ser lo más rápida y cuidadosamente posible para no levantar sospecha.

Huir como siempre hacia.

Correr hacia ella cada vez que le llamaba.

— ¿A dónde vas Unnie?

Asustada por la presencia de la menor detrás suya, saltó sobre su lugar, encarando la cara a cara, rio levemente. Escondió las manos en sus bolsillos para que no viera como temblaba por haber sido descubierta.

— Me tengo que ir, surgió algo con los resultados del inventario de anoche que necesito revisar. — no supo cómo, pero pronuncio aquella mentira sin ninguna muestra de titubeo.

Como si no estuviera a punto de hacer algo inmoral nuevamente.

— No puede ser. — la menor se acercó a ella con un puchero en sus labios, no pudo evitar sentirse mal ante ello. — ¿Y es muy necesario que acudas a eso? Sana y Mina están a nada de llegar, además, es más de media noche...

— Lo siento Chae, me disculpas con ellas ¿vale? Tal vez a la próxima podamos hacer algo juntas.

Y sin dar más explicaciones, salió de inmediato de la pequeña vivienda, corriendo por el largo pasillo hasta el elevador, contando mentalmente los segundos que pasaban para que este llegara. Así como, implorando por no toparse con sus dos amigas que venían de camino. No sabía cómo es que actuaría teniéndolas de frente. Especialmente a ella.

La conciencia estaba matándola.

Lentamente.

Llegando a la acera del edificio, respiro tranquilamente al completar su cometido, no había tenido ningún inconveniente de por medio. Acelero sus pasos hasta el punto de encuentro, con mucho cuidado de no resbalar por la fina capa de hielo en el suelo; el invierno cada vez era más helado, más fuerte, más crudo, este parecía venir con todas las ganas de arrasar y destruir todo a su paso.

Fragmentar la moral de las personas.

— ¿No pudiste escoger un lugar más "caliente"? — cuestiono con sorna al toparse con la dueña de sus pensamientos, carraspeo para llamar su atención. Pero no obtuvo nada más que una mirada odiosa y después la espalda de la chica. Eso la hizo enfurecer. — ¿Estas consciente que esto es una malísima idea? Oye, te estoy hablando.

La más alta ignoró por completo la pregunta de su mayor, y no bien se posiciono a su lado, empezó a caminar por el camino pavimentado; sin mirar atrás para confirmar que la pelinegra le seguía, aunque eso no importaba. Tarde o temprano, sabía que sus pasos siempre serían cubiertos por los de ella.

— ¿Por qué se te dificulta decir que no? Uh. — ambas quedaron mirándose fijamente, paradas en medio de aquel frio y desierto parque. — Si no querías venir solo me hubieras respondido que no Nayeon Unnie, yo no te obligo a nada, jamás.

Nayeon mordió su labio de la impotencia por querer responderle, pero realmente no podía, no había forma, por lo que se quedó callada y adelanto a la menor.

Ella tenía totalmente la razón.

Como siempre.

— Siento ser una buena "amiga", Tzuyu. — apretó sus puños, así como sus dientes, casi sintiendo dolor en la mandíbula. — Lamento tanto acompañarte a tus aventuras nocturnas.

El sonido de la nieve siendo aplastada contra la suela de los zapatos se detuvo, a raíz de eso, Nayeon se giró hacia la causante de su problema interno, analizando como esta tenía una postura recta y serena. Tzuyu ladeo su cabeza, sonriendo de una forma divertida ante la mirada de Nayeon sobre ella, con las manos cubiertas de unos guantes turquesa y bufanda amarilla, troto hasta alcanzarla; pasando sus manos por su cuello, se deshizo de la bufanda y agacho su cabeza, conectando sus ojos con los de la molesta chica frente a ella.

— De todas formas, te agradezco que estés aquí. — con delicadeza, coloco la bufanda en el cuello descubierto de Nayeon, haciendo un pequeño nudo al final. Sonrió satisfecha, volviendo a mirarla a los ojos, confesó: — Sabía que tú no me defraudarías.

Nayeon sonrió a medias, el enojo aun no desaparecía, ni tampoco se le olvidaba de con quién es que estaba tratando, ni mucho menos ignoraba la sensación burbujeante en su estómago que le anunciaba que hacia mal. Claramente, debía tener la cabeza fría y recordar del porque lo hacía y el que eran.

No debía olvidar su lugar.

— Y bien, ¿estás lista para una noche de karaoke y pollo frito?

Asintió ante las palabras de emoción de la menor y empezaron a caminar a la par. Sintiendo las conocidas cosquillas en las palmas de sus manos, Nayeon se obligó a mirar al frente y no al rostro de Tzuyu; quien había tomado su mano derecha para entrelazarla con la de ella, uniéndolas de costado, aún más si es que era posible.

"Todo está bien, solo es una salida más" se animó a pensar.

Sí, solo era una salida más con la novia de su amiga.