curiosity killed the cat

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Nuevamente ahí estaba, solo escuchando como Tzuyu hablaba mal de Sana.

Estaba tan acostumbrada a ello que simplemente solo asentía cada vez que la menor abría la boca. Era casi como una costumbre. Solo que, en ese momento, el lugar donde se encontraba era totalmente nuevo para ella, por lo que se sentía un poco cohibida y fuera de su zona de confort. Ya no estaban en su pequeña y cálida habitación; las paredes que la recibieron no eran de ese rosa aniñado que tanto ama, ahora un hermoso marfil decoraba la extensa y delicada habitación de Tzuyu.

El ambiente se sentía diferente.

Sentada en forma de indio, admiraba a la ahora castaña entrar una y otra vez a su closet, sacando prendas y probándoselas frente a ella. Caminando con un elegante conjunto de encaje negro que podía asegurar costaba un mes de su sueldo. Así es, su cuerpo semidesnudo solo era cubierto por lencería.

¿Desde cuándo la confianza escaló hasta ese nivel?

Ni siquiera veía su cuerpo cuando se lavaba, y ahora observaba con nada de pudor las grandes curvas y atributos de Tzuyu. Hermosa piel atezada, sin ningún rasguño, decorada con una fina capa de brillo por la crema corporal que la chica se vertió cuando se duchó; podía sentir su olfato quisquillar de la emoción ante tal endulzante olor, aquella crema parecía ser igual de costosa que todo lo de la habitación, pero su olor lo valía.

Todo parecía valer más de lo que imaginaba. Debía tener cuidado con lo que tocaba.

Con todo.

— ¿Cree que debería dejarla?

— ¿Cómo?

Nayeon tragó saliva cuando los felinos ojos de Tzuyu la interceptaron por el reflejo del espejo, parpadeó confundida y apretó sus piernas; vacilando mientras miraba el techo en un intento de buscar las palabras adecuadas. Aquella situación tan particular, no era muy cómodo para ella. Claramente había escuchado su pregunta, pero no sabía cómo responder; no cuando Tzuyu recargaba su cuerpo sobre el espejo con ambas manos, dejando a merced su espalda descubierta. El sostén se había ido. Le preocupo ver cuando esta se lo quito, pero rápidamente divisó el porqué. Ahora un hermoso vestido de noche, que obviamente no necesitaba sostén, decoraba la excéntrica figura de su amiga.

¿A dónde iba tan arreglada?

"Pues a donde más imbécil, irá con ella"

Mordió la punta de su lengua, callando su reclamo mental. No era de su incumbencia, si Tzuyu no se metía en su vida ¿por qué ella debería meterse en la suya? Es su amiga, nada más.

— No lo sé. — se colocó de pie, armándose de valor caminó hasta el baño para buscar el secador, pasando de largo a Tzuyu. Debía concentrarse en otra cosa antes de seguir perdiendo la cabeza. — ¿Te secó el cabello?

— Por favor.

Pero no era nada sencillo.

Las manos en su cintura la tomaron por sorpresa, pero no hizo más que sonreír nerviosa y darse la vuelta, alzan su cabeza y encontrándose con el rostro maquillado de Tzuyu. En ese momento no pensó en la gravedad del asunto, de lo cerca que estaba la una de la otra; la forma que Tzuyu la desnudaba con su mirada, casi como si quisiera traspasar su alma; ni mucho menos de cómo esas manos pasaron de posicionarse en su cintura a la cadera. Marcando dominancia. Tzuyu controlaba su cuerpo. Y Nayeon solo tenía un único pensamiento en su mente: Que era muy hermosa.

— ¿Por qué salimos a escondidas de las demás? — susurró. Usando una de sus manos como cepillo para desenredar las puntas, viendo de reojo como Tzuyu cerraba sus ojos con notable placer.

me and her girlfriend | NaTzu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora