(not) a real friendship

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Todo era mejor cuando sus sentimientos estaban inhibidos.

En la época donde no pensaba de otra manera, que no fuera amistosa, sobre Tzuyu; y su mente estaba en total paz, sin preguntarse diariamente si es que ella era mejor que Sana.

Pero ¿mejor para qué?

Ella en verdad no quería averiguarlo.

"Estoy cansada"

El haber experimentado una semana algo agitada debido a cierta personita, causó una terrible montaña de pesadez sobre sus hombros, que; para su terrible suerte, solo siguió creciendo y creciendo a lo largo de los días.

Hasta esa noche.

Donde no pudo evitar explotar dentro de las cuatro paredes de su habitación.

Su impulsividad llegó demasiado lejos y la impotencia de no contar con nadie a quien contarle sus problemas, le llevo hasta el único camino que conocía muy bien.

Liberación sexual.

Se sentía una vil pecadora, necesitaba ser castigada lo más pronto posible. Es más, no lo pensaría dos veces antes de lanzarse al infierno ella misma.

¿Cómo es que podía no sentir vergüenza?

Justo cuando sus fluidos corporales empapan toda su mano derecha y la parte interna de sus muslos descubiertos. En definitiva, toda su persona era un desastre en ese momento. Tan similar a cuando se desafiaba en los maratones, con la diferencia del objetivo que se proponía en mente, para no desistir y dar todo de sí misma.

Ahora la meta ya no se trataba de imaginar que recibiría ese descuento para pollo frito que tanto le gusta. La imagen de una Tzuyu desnuda y dominante sobre su cuerpo, nubló su juicio, acelerando cada uno de sus movimientos, ansiado recibir la recompensa de aquella actividad.

El orgasmo.

— Maldición. — golpeó con su puño el colchón, sintiendo la necesidad de cerrar sus piernas, ejerciendo mucha presión en ellas. Aún seguía demasiado sensible.

Y por supuesto que pensar en Tzuyu no ayudaba en nada.

Jamás había sido un problema el satisfacerse cuando lo requería, es más, seguido del atletismo, el masturbarse era una de sus actividades preferidas cuando el estrés tocaba su puerta. Aunque prefiere mil veces desgastar su mal humor a las afueras del edificio donde vive, saliendo a correr. Lástima que rechazó — como se esperaba — la invitación de Yeojin para el karaoke aquella noche, si no, no estuviera sufriendo ese episodio de culpa que comenzaba a atacar su mente.

A pesar de no asistir a la reunión, por el miedo de reencontrarse con Tzuyu después de ignorarla durante una semana; terminó por pensar en la chica de alguna forma u otra.

Todo estaba jodido.

Nayeon perdía lentamente las fuerzas para mantenerse fuerte ante sus deseos internos.

Suspiró por milésima vez, probando nuevamente colocarse de pie, pero ya llevaba alrededor de media hora en ese proceso; en el cual se había perdido de cientos de llamadas entrantes en su aparato electrónico. Esa era la única razón por la que quería pararse, también para ya no sentirse mal por lo que había hecho, solo por eso.

— Odio mi vida. — con sus codos se apoyó sobre la cama y con su mano "limpia" acomodó varios mechones pegados sobre su frente. Hizo un gesto de asco ante la sensación mojada que adoptó su cama bajo ella, frunció la nariz. — Necesito cambiar esto. — murmuró.

Sin pensarlo mucho se puso de pie y caminó con las piernas temblorosas hasta la ducha. Sin antes quitar de un solo jalón la sabana que cubría su colchón, tirándola al suelo y pateándola a un lado de su cubículo de basura. Algún día la lavaría.

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⏰ Última actualización: Apr 12, 2023 ⏰

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me and her girlfriend | NaTzu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora